Tartiflettte
No es un antiguo plato tradicional, pero su éxito lo ha llevado a convertirse en un referente de la cocina saboyarda. De hecho fueron los productores queso Reblochon (ese si es tradicional de la Saboya), quienes en los ochenta, inventaron este engrudo (lo digo en el buen sentido) para promocionar su queso.
Hoy se prepara en toda Francia, con ligeras variantes, como ponerle vino blanco, panceta ahumada, y nimiedades por el estilo.
Es muy sencillo de preparar y tan vulgar como una pizza, solo que muy rico.
Calorías 1.000 por bocado.
La receta
Cocemos las patatas enteras y sin pelar (yo las corto en rodajas gruesas y las hago en la vaporera)
Se pican las cebollas y reservan en agua. Se escurren y se dejan pochar con un chorrito de aceite hasta que estén blanditas, pero no doradas.
Picamos la panceta y la dejamos sudar en una sartén sin más grasa, hasta se dore ligeramente.
Ponemos el vino a cocer para evaporar el alcohol en la bandeja que irá al horno.Ordenamos las patatas sobre el vino y sobre ella repartimos la cebolla pochada, la panceta y salpimentamos generosamente.
Rociamos con la nata y en encima distribuimos el queso partido en trocitos.
Tapamos con papel de plato y horneamos a 220ºC durante 20´.
Retiramos el papel y ponemos el horno en modo grill.
Debe hacerse hasta se gratine y servir bien caliente.
Maridaje
Hay alguna controversia sobre si acompañarla con un espumoso de Seyssell o un blanco seco del Jura, Saboya, Rodano o Vaud et du Valais. En cualquier caso se trata de vinos blancos secos y que no se encuentran en España. Lo más parecido y no inferior sería un Chardonnay fermentado en barrica de Navarra, pero bien frío. Eso un cava seco y viejo.