Tabulé, Taboule o Tabbouleh
Se trata de un plato antiquísimo mediante el cual se podía comer trigo sin haberlo previamente molido en harina y puesto a fermentar para hacer panes (el grano en estado natural no es asimilable por el estómago humano).
En África, en el Magreb, se hace con cuscús, y está muy rico, pero la verdadera forma es con burgul (trigo cocido, y una vez seco, triturado groseramente, pero no molido).
La receta
El burgul se puede comprar ya preparado en algunas tiendas de dietética, y para la primera vez, es mejor probar con uno de grano fino.
Se pone a remojo en agua fría durante media hora para que se hinche (rehidratación).
Se pone a remojo en agua fría durante media hora para que se hinche (rehidratación).
Mientras pelamos las cebollas y las picamos lo mas fino que seamos capaces.
Lavamos bien el perejil y la menta, y los picamos a cuchillo.
En cuanto a los tomates, pimientos y pepino, que serán el turbante de guarnición, se cortan en daditos del tamaño de un garbanzo, y se reservan juntos en una ensaladera.
Lavamos bien el perejil y la menta, y los picamos a cuchillo.
En cuanto a los tomates, pimientos y pepino, que serán el turbante de guarnición, se cortan en daditos del tamaño de un garbanzo, y se reservan juntos en una ensaladera.
Para el aliño de este picadillo, batimos en un bol un buen chorro de aceite, un poco de sal, y un chorrito de vinagre (poco, porque el tabulé lleva mucho ácido por culpa del limón), se bate bien, y se rocía con él todo el picadillo, removiéndolo con cuidado de no aplastar los ingredientes.
Ya estará listo el burgul, y hay que escurrirlo bien, incluso prensarlo en un colador para dejarlo bien seco.
Se vierte en una ensaladera, se añade el picadillo de cebolla, perejil y menta, y se prepara un aliño batiendo en un bol un poco de aceite de oliva, el zumo de un limón, y un poco de sal.
Se remueve bien esta mezcla, y ya estará listo el Tabulé.
En cada familia libanesa al tabulé se le da un toque personal, en unas se prepara mas fuerte de limón, en otras se enriquece con piñones, o en otra se perfuma con un poco de albahaca, pero siempre debe llevar mucho perejil, hasta el punto de que a simple vista parece mas una ensalada de esta hierba, que lo que podríamos relacionar a un cuscús.
Mi versión es una adaptación en la que por un lado respeto la receta en su estado mas primitivo (en muchos restaurantes libaneses le añaden tomate, pero esto es una aportación relativamente reciente y foránea ya que estos llegaron de México), y al lado pongo las variantes modernas.
Terminación del plato
En la mesa tendremos dos ensaladeras, una con el tabulé propiamente dicho, y en otra una ensalada que en Marruecos suelen llamar oasis, aunque es de claro origen mexicano.
Para presentar esta deliciosa ensalada, vamos a usar una fuente grande de porcelana o cristal.
Volcamos en el centro todo el tabulé, procurando darle una forma algo elegante, y dejando un perimetro libre para el picadillo de tomate.
Lavamos las endivias, y vamos separando sus hojas una a una, que iremos colocando todo alrededor del tabulé (en realidad deberían ser hojas de parra, que es con lo que se come el tabulé en oriente medio).
Con una cuchara, vamos repartiendo el picadillo por las hojas de endivia, lo que provocará un contraste de colores y texturas, que cuando lo probemos, nos sorprendrá igualmente en boca al ser sabores tan brillantes y nítidos, como su propio aspecto visual.
La forma tradicional de comerlo es cogiendo una hoja de parra a guisa de cuchara, y embarcando en ella una porción de grano, lo cual podremos hacer más fácilmente con las de endivia.
No obstante también se pueden poner unos panes pita recién horneados.
Para presentar esta deliciosa ensalada, vamos a usar una fuente grande de porcelana o cristal.
Volcamos en el centro todo el tabulé, procurando darle una forma algo elegante, y dejando un perimetro libre para el picadillo de tomate.
Lavamos las endivias, y vamos separando sus hojas una a una, que iremos colocando todo alrededor del tabulé (en realidad deberían ser hojas de parra, que es con lo que se come el tabulé en oriente medio).
Con una cuchara, vamos repartiendo el picadillo por las hojas de endivia, lo que provocará un contraste de colores y texturas, que cuando lo probemos, nos sorprendrá igualmente en boca al ser sabores tan brillantes y nítidos, como su propio aspecto visual.
La forma tradicional de comerlo es cogiendo una hoja de parra a guisa de cuchara, y embarcando en ella una porción de grano, lo cual podremos hacer más fácilmente con las de endivia.
No obstante también se pueden poner unos panes pita recién horneados.
Valor nutricional por ración
- Calorías 360 Kcal
- Proteina 8 grs.
- Hidratos de carbono 14 grs
- Fibra 8 grs
Este plato forma parte del recetario de La Dieta de la Cuchara.
Ver también la receta Tabulí, es lo mismo, pero contado de otra manera
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