Mejor guía de turismo gastronómico.
Salvo por este puñetero tobillo que me ha tenido cojo durante todo el año, lo cierto es que el temido 2006, año del Perro en el horóscopo chino y de perros para muchos españolitos (eso dicen, aunque siguen batiéndose récords de ventas de coches de lujo, televisores de plasma, chalets, etc.), para el que suscribe, ha sido redondo, y digo redondo porque empezamos con el Premio Nacional de Periodismo Álvaro Cunqueiro a la mejor web gastronómica de España, y terminamos con el Gourmand World Cookbook Awards 2006 en la categoría “Best Culinary Travel Guide” al libro guía: Mis Mejores Escapadas de Golf y Gastronomía (nos lo han concedido hace un par de semanas, pero como en portada estaba el homenaje a mis padres, pues de ahí el retraso en la información) .
Gracias a todos por seguir nuestras andanzas, porque el mejor regalo que puede recibir un escritor es ser leído y, gracias al Gran Arquitecto del Universo, a mi querido niño San Pancracio, a la adorable diosa Lakshmi, o a cualquier otro benefactor que nos esté ayudando desde el cielo, este humilde portal de autor ha triplicado en apenas un año su número de seguidores, algo que ni en mis mejores fantasías ególatras hubiera podido llegar a soñar (superar el medio millón al mes, es una verdadera pasada).
En reconocimiento a su fidelidad, dentro de pocos días renovaremos el sistema de gestión con un nuevo programa que los técnicos me han asegurado que es la bomba (para mí, el techo de la tecnología está en reconocer una dirección electrónica por el símbolo @, de ahí para arriba, todo es ciencia oculta, magia humana, o quizás del averno), con el que podrán ya hasta cocinar un pavo acercándolo simplemente a la pantalla de su ordenador, eso dicen ellos...
No sé si podré ir a recoger el preciado galardón “Gourmand” porque lo entregan nada menos que en Pekín, una broma, y estoy pendiente de la cirugía del tobillo que hace tres meses me dijeron que sería por estas fechas y que me retendrá otros tres o cuatro meses de convalecencia, así no lo veo nada claro.
Tampoco sé cuando me podré volver a calzar los zapatos de clavos y recorrer todos los greens de España para poner al día mi premiada guía, pero de lo que sí puedo darles garantía es que, salvo males mayores, este pobre y cojo gastrónomo, seguirá narrándoles semana a semana los pormenores de este apasionante mundo que compartimos entorno a una buena mesa.
Iniciamos esta experiencia internáutica como un pasatiempo, casi como una tarjeta de visita profesional donde poder mostrar mi pequeña hemeroteca a quién le interesase saber algo sobre la obra Pepe Iglesias, y nos hemos convertido en lo que ya más de uno ha calificado como una enciclopedia de gastronomía.
Me siento como un pavo (me refiero al verano, porque por estos días deben estar más demudados que Saddam Hussein).
Pronto lanzaremos los libros ya publicados en formato digital, una etapa en la que tenemos puesta toda la ilusión. Otra cosa será que terminemos sin plumas y cacareando, como el gallo de Morón.
Por el momento solo queremos desearles un feliz año 2007, que será del Cerdo a partir del día 18 de febrero (segunda Luna Nueva después del Solsticio de Invierno), un año que promete bonanza y tranquilidad, a ver si los políticos se enteran y dejan de dar la paliza.