La compra del soltero
Muchas veces nos sucede que, cuando tenemos que hacer la compra, nos devanamos los sesos para responder a la temida pregunta de: «¿qué nos hace falta en casa?», a la que no sabremos responder hasta que, de vuelta en la cocina, nos demos cuenta de todo lo que se nos olvidó, y de todo lo que compramos inutilmente.
Ver una nevera vacía es depresivo y recurrir al Telepizza o al pincho del bar de la esquina aún mas. Es como encontrarse de bruces con la cara mas triste de la soltería, de laviudedad, o del divorcio, que es aun la mas fea.
Cada vez que veo alguno de estos colegas de infortunio con su carrito lleno de cosas absolutamente inservibles y mirando una lista que no sabe ni para qué redactó, me dan ganas de pasarle una chuleta (no me refiero a las de ternera si no a las de papel), por eso a todos ellos les dedico este artículo.
Mi primer consejo es que preparen una plantilla con todo lo que deberían tener en casa para satisfacer sus gustos o hábitos gastronómicos (cada uno come cosas diferentes aunque recomiendo que dirijan sus preferencias hacia la dieta mediterranea y dejen las salchichas para alguna emergencia) y así se revisa por partes, marcando lo que falta en cada departamento.
Empecemos por la nevera ya que algunas carencias nos llevarán a ver armarios y fresquera.
Siempre debe haber cierta cantidad de arroz blanco (en un tuper), hortalizas frescas (en los cajones: zanahorias, tomates, cebolletas, pimientos, lechugas, endivias ...), huevos frescos, jamón y queso de sandwich, leche, mahonesa de bote, maíz al vacío, mantequilla, mermelada, naranjas para zumo, patatas cocidas, quesos, yogures y perecederos rápidos (la lista de carnes, pescados, o mariscos debe hacerse solo de aquellos que se vayan a cocinar puntualmente ese día o al siguiente).
En el congelador conviene disponer de albóndigas variadas (mas bien pequeñas para facilitar su descongelado), croquetas hechas con sobras (también pequeñas), cubitos de caldo (jamón, pollo pescado y verdura) y de sofrito (ajo, cebolla, pimientos y puerro), pan, algún plato precocinado industrial para emergencias y sobre todo guisotes propios, verduras (alcachofas, cardo, espinacas, guisantes, variados ...)
En el carrito de rejilla, fresquera o almacén, no deben faltar ajos, cebollas, fruta, guindillas, limones, ni patatas.
En cuanto a los armarios siempre tengo arroz (bomba, salvaje y Basmati), bolsas para congelar y su correspondiente rotulador, botes de legumbres (lentejas, judías, garbanzos, guisantes ...), cereales (Müesli, Corn flakes ...), embutidos duros al vacío (chorizos de guisar, fuet, huesos de jamón serrano ...), harina y pan rallado, latas de conserva (bonito, sardinas, mejillones, anchoas, aceitunas verdes y negras ...), panes de largo consumo (pitas, craquers, tostadas ...), pastas secas (espagheti, cuscus, lasagna ...), productos desecados (setas, algas, sopas ...), y puré de patata en escamas.
El especiero es ya mas personal, pero una lista bien puede ser: albahaca, azafrán, cayena, comino, curry, eneldo, gengibre, laurel, orégano, pimentón dulce y picante, pimienta blanca y negra, romero molido, y tomillo.
A partir de aquí ya el procedimiento es facil, cogemos la chuleta y comprobamos uno a uno los diferentes departamentos, subrayando aquellos artículos que falten, que luego, si se quiere se pueden volver a reordenar en función de como estén colocados en el super donde acostumbremos a hacer la compra.
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