Son Bordils Blanc raïm Blanc
Bodega Finca Son Bordils
Origen: Mallorca.
Uvas: 60% Prensal y 40% Chardonnay
Crianza: No
P.V.P.: 9,50 €
Otros vinos de esta bodega:
Tintos Son Bordils Negre, Cabernet Sauvignon, Syrah, Merlot
Blancos Finca Son Bordils Chardonnay, Muscat, Chardonnay Bóta
Rosado Finca Son Bordils Rosat de Monastrell
Sobrassada de porc negre, con un blanco mallorquín
Extracto del libro COMER CON VINO, Maridajes de la buena mesa española, del que pueden ver más pinchando en más +...
No esperen encontrar un exuberante vino colmado de fragancias exóticas, todo lo contrario, la mayor virtud de este vino es su suavidad, su discreción, una elegancia que habla de su viejo linaje, porque Inca, ciudad famosa por sus zapatos de lujo, fue la capital vitícola de la isla desde la época árabe, quizás antes (lean su historia porque es un lugar fascinante y donde mejor se come cocina tradicional mallorquina).
Lleva un 40% de Chardonnay, pero esta uva que tanto cambia según el terruño en que vive, ha debido coger el ritmo balear y prácticamente pasa desapercibida, salvo por un ligero toque de avellana y mantequilla que hace el vino aún más sedoso.
El Plato
Sobrassada de porc negre Ca’n Tiá
C’an Balaguer
I.G.P.: Sobrassada de Mallorca
P.V.P.: 14 €
Otros productos
Cameiot
Botifarra
Botifarrons
De merienda de chavales, a producto gourmet, así ha evolucionado en poco tiempo la sobrasada, porque desde que se puede comprar con garantía de origen y elaboración (la I.G.P. así lo certifica), este paté, más mallorquín que el propio Miquel Barceló, hecho con Porc Negre Mallorquín (un “pariente” del cerdo ibérico), es algo de relamerse. Me costó mucho encontrar una marca que fabricase artesanalmente y exportase a la península, pero C’an Tiá, además de ser la mejor, a partir de 10 kg, sirven por agencia, así que pónganse de acuerdo tres o cuatro amigos y hagan el encargo por teléfono. Y de paso un cameiot, que es una experiencia.
MARIDAJE
En la foto he preparado algo muy sencillo, una rodaja de pan tostado con un trozo de sobrasada pasada por la sartén, pero el Consejo Regulador edita un recetario excelente (se pude consultar en su web ) que merece la pena probar, porque si bien sola, simplemente sobre pan payés, es una delicia, en Mallorca hay tradición de usarla en cocina y se pueden hacer verdaderas golosinas, hasta dulces, ya que en la isla era habitual comerla con miel. Es costumbre acompañarla con vino tinto, porque Mallorca produce unos tintos excelentes, pero a mí me resultó más original hacerlo con este blanco de uva Prensal.
No es un maridaje brillante, lo admito, de hecho Ramón Coll, el dueño de la bodega, me recomendó su tinto Merlot y dejar el blanco para pescados, pero la prueba no me convenció, mientras que con éste, todo era suavidad, porque la sobrasada tiene un toque ácido, casi amargo, que pide un blanco suave, casi neutro y el resultado fue impecable, mejor aún que otros perfumados de Verdejo que se desvanecían (no sé porqué, pero así sucedió).
No obstante prueben con un moscatel joven, también es muy agradable.