Restaurante Vega de Villar
Vega de Villar
33770 - Vegadeo - Asturias
Tel. 985 47 62 66
e-mail: restaurante@vegadevillar.com
http://www.vegadevillar.com
45 | |
3 sobre 5 | |
Propio | |
No descansan nunca ¡qué horror! | |
Domingo noche, y miércoles |
Es la novedad de este año, aunque abrió sus puertas en junio del 2006, pero Antonio y Loli han querido afianzarse en su importante proyecto, antes de lanzar las campanas al vuelo, signo inequívoco de que saben lo que se traen entre manos, no en vano Loli se tiró más de veinte años trabajando en la hostelería barcelonesa.
Lo primero que destaca de esta casa es su delicadeza. Delicadeza en el trato, delicadeza en la decoración, delicadeza en el menaje (cristalería, cubertería, manteles, vajilla, etc.), porque esto que la mayoría de los hagiógrafos que inundan la profesión suelen exponer sin el menor reparo ni medida, en este caso es real y sobre todo chocante, teniendo en cuenta el carácter montaraz de los moradores de esta región (lo digo con conocimiento de causa porque viví por allí varios años..., que nunca olvidaré).
Desde luego que este matrimonio gallego ha sido muy valiente, o absolutamente desaprensivo e inconsciente, el tiempo lo dirá, porque conociendo el percal, para poner un restaurante tan refinado en aquellos valles, hay que ser intrépido (no mantengo contacto con ningún oriundo, pero me imagino que ya los estarán poniendo a parir por amanerados y por no servir pote de berzas).
He de confesar que, en cualquier otro lugar de Asturias, este comedor no hubiera despertado mi interés, porque si bien es un ambiente muy agradable y exquisito, tampoco deslumbra por su originalidad (más agreste es el entorno de Casa Marcial y hace ya doce años que se puso de moda), lo que advierto para evitar decepciones entre los “rafaelistas” y “bullinianos” (seguidores de R.G.S. y Adriá), porque no van a encontrar ni una estatua de Chillida en el jardín, ni un búcaro de ortigas de alambre en la mesa, ni un montaje de tripas de bacalao en el plato.
Podríamos definir la cocina de Loli como Nueva Cocina Clásica, porque recordemos que los catorce magníficos de la Nueva Cocina Vasca son ya señores mayores, mucho más que yo, que ya es decir, cuyas creaciones, con más de un cuarto de siglo a sus espaldas, ya bien podemos considerarlas como piezas clásicas de nuestra cocina.
Loli no inventa, cocina.
Sus carnes son radicalmente clásicas (en la región hay una carne excelente, de pastos de alta montaña, que merece la pena ser degustada sin floripondios), los pescados, más al gusto mediterráneo, también son tratados con la mayor simpleza culinaria para respetar sus virtudes (esa zona, que se llama Mar de Masma, tiene piezas que no se encuentran en otras zonas del Cantábrico, de extraordinaria calidad), las entradas, con preparaciones tan tradicionales como la escalivada o la esqueixada, tampoco podemos calificarlas como novedades, pero como lo presentan todo muy mono y hay ensaladas templadas de foie, pues de ahí que haya que dejar ese calificativo de Nueva Cocina (me imagino que para la Exma. Sra. Dª Servanda García, ex consejera de Agricultura y ex alcaldesa de Vegadeo, ver en una carta de su concejo una “Ensalada templada de zamburiñas con mango y alga musgo de Irlanda”, debió ser casi motivo de purga, menos mal que Stalin ya murió y que en A Veiga no hay ningún Gulag para encerrar a disidentes catalanistas).
Una “Bavaroise de naranja y pistachos sobre salsa de naranja aromatizada con vainilla y jengibre”, en realidad es un postre de la más pura cocina Escoffier, Curnonsky o Pellaprat, pero bueno, para que nadie se llame a engaño y piense que en el restaurante Vega de Villar sirven Filloas y Arroz con leche, permítaseme usar esta licencia periodística de Nueva Cocina Clásica
- Sí hombre, no se ponga usted así, un día tonto lo tiene cualquiera. Es que para mí, volver a la cuenca del Eo, es muy duro, sabe, y ayer pasé allí todo el día, así que he dormido fatal y...
- ¡Ya!
- Voy.
- Por cierto ¿Qué pinta aquí la Royal Geografic Society?
- ¿La Royal Geografic Society? Pues que yo sepa, nada, salvo que se interesen por la configuración craneal de los habitantes de Los Oscos, que desde luego tiene su aquel.
- Entonces ¿Qué es eso de R.G.S.?
- ¡Ah! Esas son las siglas de Bocarrana, guiños crípticos del oficio.
Mi nutriólogo, y a pesar de ello amigo, el celebérrimo Dr. Jesús Bernardo, se apretó una fidegüá marinera, de sabores tan delicados y exquisitos, que, a pesar de su destreza con la caña y exhaustivo conocimiento de la ría del Eo, no pescó ni un panchito en el resto de la tarde, y eso que gastó más langostinos en cebo, de los que había en la fidegüá.
Su carta de vinos es correcta, sin aspavientos pero con todo lo necesario para cumplir con los deseos de cualquier cliente honesto (digo esto porque siempre hay algún imbécil de esos que piden el último aparecido en el dominical de El País, aunque en realidad no piensen pedir nada que rebase los 15€). Hasta tienen algún vino de Cangas de Narcea, todo un ejemplo de diplomacia y adaptación al medio, casi darwiniano.
Aunque es amplio, como está lejos, les aconsejo reservar antes de emprender la expedición, porque si se lo encuentran lleno, las alternativas pueden ser un mal trago.
Tienen un hermoso prado de una hectárea, que amenazan con habilitar como jardín para jueguen los niños, con lo que la paz que de momento se disfruta, se verá truncada por las hordas infantiles. De momento se puede comer en silencio, así que aprovechen.