Ensalada de apio y zanahoria
No sé porqué, pero hace muchos años se me ocurrió esta combinación y desde entonces he probado mil variantes y todas me han encantado por su frescura y complejidad de sabores, aunque esta ha sido sin duda la que más me ha satisfecho, por eso la cuelgo de mi web.
Es una guarnición, por eso está en este apartado, pero la verdad es que yo me la preparo muchas noches como plato principal, si acaso con un poco de queso de Villalón y un poco de pan de centeno, y quedas como un príncipe.
En esta web he puesto otras parecidas, como la Ensalada de apio, manzana y zanahoria, pero la verdad es que no tiene nada que ver en cuanto a su concepción y sobre todo en su textura. Esta es tan sencilla de comer que incluso se puede coger con palillos, como de hecho hice ayer cuando la serví de guarnición con un Salmón lacado en Teriyaki .
La receta
Lo más latoso de la receta es picar el apio, porque la gracia de la receta es que quede como rallado, algo que no se puede hacer a máquina, sino a cuchillo, lo cual lleva su tiempo.
Las zanahorias no tiene tanto problema porque las podemos pasar por el rallador, aunque también es un latazo, a menos de que dispongan de uno de esos aparatos eléctricos o incluso de manivela que cortan y rallan a velocidad exprés.
Y para terminar de divertirnos, pues también las nueces de Macadamia deben picarse a cuchillo, lo cual encima es peligroso porque te puedes desgraciar un dedo al menor despiste, otro motivo para comprar uno de esos ralladores de manivela (mañana me compro uno sin falta).
Como ya he apuntado, empezamos por lavar las hortalizas, pelar la zanahoria y rallarla. El apio se pica a cuchillo (con un cebollero grande para evitar posibles cortes), pero muy fino, transparente, lo que en Chile llaman a pluma, o sea, ligero como una pluma.
Las nueves también se rallan con el chuchillo y lo mezclamos todo en un bol que permita revolverlo bien.
En otro bol ponemos la sal, la pimienta, el aceite de oliva y un generoso chorro de salsa Teriyaki. Batimos hasta que ofrezca un aspecto homogéneo y repartimos por encima de la ensalada. Se revuelve bien con dos cucharas de madera y listo.