Vacas ¿locura o desidia?
Me repugna entrar en este tema porque hacer política con la salud de los consumidores es de bicho carroñero, pero si se han denunciado las cosas una y otra vez, cuando llega el Tío Paco con las rebajas, ya sobran las lágrimas.
Hace ya cuatro años (la foto atestigua la fecha en que se publicó aquel artículo*), desde este mismo suplemento se celebró que en el Principado hubiese un plan de carne de calidad, con controles exhaustivos desde el nacimiento hasta el sacrificio, poniendo especial cuidado en los tipos de alimentación y revisiónes veterinarias.
En aquella ocasión ya se advirtió que el buen paño en el arca ya no se vende y que había que promocionar y divulgar la calidad de este producto frente a otros de similar imagen pero marcados por el fraude y la tolerancia administrativa regional, como era el caso de la marca «Ternera Gallega», advirtiendo del riesgo de que apareciesen casos de envenenamiento por Clembuterol o contagios de encefalopatías (un servidor escribió durante cuatro años el suplemento de gastronomía de El Progreso de Lugo y conoce bien las entretelas de las empresas agroalimentarias de la comunidad vecina).
Meses después, el 30/01/98 y el 06/02/98, con motivo de una alarma causada por hígados contaminados por Clembuterol, volvimos a tocar el tema, advirtiendo que como un día tuviesemos que hablar de los piensos cárnicos, a alguno se le iban a atragantar las hamburguesas.
Entonces la U.C.E. llegó a un acuerdo con Comicar para auditar la garantía de esas carne y de hecho todo salió a la luz pública con gran despliegue de medios, señalando que incluso yo mismo formaba parte de aquel comité de seguimiento.
¿Qué se ha hecho?
No lo sé, porque desde entonces ni me han vuelto a llamar, ni he asistido a un solo proceso de verificación de la calidad.
Parece ser que el negocio les funcionó, y habiendo beneficios, pues ¿para qué invertir en desarrollo?
Ahora llegó el palo, y todos a llorar subvenciones.
Si el sello de Carne de Asturias se hubiese implantado como Dios manda, el escándalo de la EEB gallega no solo no habría arrastrado tras de sí a nuestra industria cárnica, si no que encima la hubiese promocionado como producto de garantía.
Si durante estos cuatro años (hubiera dado tiempo mas de que sobra), se hubiese vendido en España la imagen de una carne asturiana de pasto, con rígido control veterinario desde el nacimiento hasta el sacrificio, nuestros xatinos se cotizarían hoy a precio de oro, y todas las carnicerías adscritas al plan, tendrían cola, sin necesidad de lanzarse ahora a campañas publicitarias desorbitadas de escaso crédito en el consumidor que las ve como un salvavidas desesperado de nulo rigor informativo.
En cambio los gallegos ya están moviendo ficha, promocionando gratuitamente su carne en telediarios y espacios informativos y llegando a lanzar acusaciones tran criminales como que la vaca Parrula era de origen asturiano.
Bien nos luce el pelo.
Cuando en Inglaterra aparecieron las vacas locas (cientos de casos con contagios y defunciones en humanos por la enfermedad de Creutzfeld-Jacob), la UE tardó varios meses en cerrar sus fronteras a la exportación, ahora que en Galicia aparece un caso, en 48 horas nos cierran a toda España el mercado, sin distinguir entre las retintas de Ávila, los culones asturianos y las locas gallegas.
Pero da igual, mientras haya subvenciones ...
* Ver también Hígados al clembuterol y Carne sana
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