Santa Digna Cabernet Sauvignon Rosé
Bodegas Miguel Torres
DO Valle Central (Chile)
Uvas: Cabernet Sauvignon
Crianza: No
P.V.P.: 6,50 €
Otros vinos de esta bodega: Tienen un centenar, pero mis preferidos son Fransola, Gran Viña Sol, Milmanda, y en tintos, Atrium, Grans Muralles, Mas La Plana, y Salmos
Chorizo de venado, con un rosado de Cabernet Sauvignon.
(Publicado en el libro COMER CON VINO)
La primera gracia de este vino es que, como viene del hemisferio austral, sale al mercado para el verano, por lo que es el primero del año.
También es un orgullo saber que la marca más presente en la restauración chilena sea española.
Pero todo esto pasa a segundo plano cuando lo probamos, porque es una verdadera delicia de aromas a frutas, arándanos, fresa y grosella, aromas que solo da la Cabernet cultivada en el Pacífico, y donde da el Do de pecho, es con sabores fuertes, porque su poderosa acidez soporta incluso los pimentones, como sucede con los borgoñas, mariquitas a primera vista, pero resistentes a las inclemencias como ningún rioja o ribera
El Plato
Chorizo de venado
Aller (Principado de Asturias)
P.V.P.: 14,50 € / kilo
Otros productos de la casa: Carne de caza (venado, corzo y jabalí), en despiece y preparados como cecina, albóndigas y picadillo. También tienen productos del cerdo y vacuno del valle de Aller.
Hace años, cuando un servidor de ustedes era cazador, estas golosinas únicamente se encontraban casi de estraperlo en alguna carnicería de Sierra Morena.
Hoy, gracias a las granjas de cérvidos, están de moda por doquier, pero Lolo, el del restaurante De Torres, en Felechosa, usa sólo carne de caza, de animales abatidos en los asturianos montes de San Isidro, verdaderas joyas de la gastronomía cinegética.
Son sabores montaraces en los que el pimentón queda casi atenuado por la fuerza de la carne, algo que yo aprecio mucho porque este conservante destroza la mayoría de los embutidos españoles, incluso los de cerdo ibérico.
El maridaje
La primera sensación del vino en boca es dulce, pero no se alarmen, no es por fructosa residual, sino por el alcohol, porque aunque a la vista y en nariz parezca una golosina, tiene 14º que se notan en boca.
Una vez tragado, notaremos los cítricos en la gama del pomelo y alguna ciruela claudia. Hasta ahí el vino solo, pero ahora viene lo bueno.
Prueben el chorizo.
Los punzantes aromas a pimentón y especias, reforzados por el humo, se convierten en una bomba de sabores al entrar en boca, de hecho se hace necesaria la presencia de un trocito de pan en cada bocado para apreciar mejor los rasgos de la carne de ciervo.
Otro trago, que la boca pide como un consuelo, y de pronto el vino ha cambiado, se ha vuelto sedoso, pero poderoso, brillante, voluptuoso, capaz de atemperar la boca como un bálsamo, tanto que desearemos otra rodaja de chorizo y así hasta el final.
Hagan la misma prueba con un tinto reserva, de Rioja, Ribera, Priorato o de donde sea, verán donde va a parar el vino, porque el humo se cepilla todos los aromas de crianza y el vino desaparece como por arte de magia.