Muñarrate
Bodega Solabal
www.solabal.es
D.O.: Rioja
Uvas: 100% Garnacha
Crianza: No
PVP: 4 €
Extracto del libro Un vino para cada pincho, maridajes de la Cocina Canalla.
No me digan ustedes que no es delito beber esas porquerías que vienen de Italia habiendo en España vinos tan deliciosos como este y a este precio.
Bueno, pues lo cierto es que no es muy fácil encontrarlo fuera de la zona de La Sonsierra, a lo sumo en La Rioja y Álava, aunque como esta joven bodega tiene buena distribución, es cuestión de pedirlo porque donde va, triunfa.
Es la expresión pura de la uva Garnacha, con esos aromas a fresa y unos sabores una punta cítricos, más a maracuyá que a pomelo, y con un acidillo que recuerda las grosellas rojas.
Es un vino muy fresco, muy alegre, pero a la vez con un cuerpo capaz de resistir el envite de platos poderosos, sobre todo de embutidos que lleven pimentón o salteados cargados de ajo, algo tan frecuente en nuestras barras de tapeo. Sobre todo se nota su poderío en la persistencia en boca, que es larga y profunda.
Pastel de cabracho
Hace cuarenta años, el gran Juan Mari Arzak inventó este plato casi por casualidad y fue tal su éxito, que hoy día ya se comercializa prefabricado para que los rancheros no tengan que limpiarlo de espinas. También sucede que en los años setenta los tiñosos (así se llaman en Asturias) ni se rulaban porque únicamente se usaban para hacer sopa (por cierto deliciosa) y hoy se pagan a 17/20 €/kg., con lo que el pinchito, preparado como Dios manda, se pondría en un pico. El caso es que es una de esas tapas que lo mismo se encuentra en San Sebastián que en Albacete, y como lo cierto es que resulta muy agradable de picar, pues aquí está, aunque ni se le acerque a la suela del zapato a aquel maravilloso Puding de merluza que preparaba mi madre por Navidad.
Maridaje
En realidad este es un maridaje de andar por casa, porque así como el pastel admite infinidad de vinos, el rosado acepta un sinfín de platos, pero por ello me ha parecido oportuno unirlos, porque rara vez encontraremos un pastel de la suficiente calidad como para devanarnos los sesos buscándole acompañante, y sí lo pediremos casi siempre como parte de un variado de lo más heterodoxo de platos, y ahí es donde el Muñarrate nos dará el Do de pecho. Incluso en la foto, y eso que lo preparó un servidor de ustedes (estaba de muerte), le puse un montón de accesorios, aceitunas, alcaparras, anchoas, pepino, gelatina de Jerez..., porque así puede ser un rico primer plato, pero pocos vinos serán capaces de soportar esos verdugos, y este desde luego se portó como un campeón, incluso hasta lo realzó.