Don Pedro de Soutomaior
Don Pedro de Soutomaior
Bodega Adegas Galegas
D.O.: Rías baixas
Uvas: 100% Albariño
Crianza: No
PVP: 11€
Extracto del libro Un vino para cada pincho, maridajes de la Cocina Canalla.
Antes Adegas Galegas, ahora Martín Codax, este es uno de esos grandes albariños de Rías Baixas que podemos encontrar en cualquier punto de España y siempre en las mejores condiciones de cata.
Sin exagerar, podemos encuadrarlo dentro de los albariños aromáticos, con sabores que recuerdan frutas tropicales, cítricos y algo de manzana madura.
En boca presenta un punto de amargor que lo hace muy sugerente. Es un vino de gran estructura, por lo que no deben rechazar una botella por no ser de la última cosecha. Si tiene un par de años, habrá perdido un poco de espectacularidad, pero a cambio habrá ganado profundidad y consistencia de sabores.
En boca presenta un punto de amargor que lo hace muy sugerente. Es un vino de gran estructura, por lo que no deben rechazar una botella por no ser de la última cosecha. Si tiene un par de años, habrá perdido un poco de espectacularidad, pero a cambio habrá ganado profundidad y consistencia de sabores.
Ténganlo siempre en cuenta porque marida con la mayoría de las tapas, sobre todo si van a picotear de pinchos en que hay gran diversidad de sabores. Recuerden que los albariños destacan con las aves de corral y los platos de cerdo, más que con el marisco.
Pollo al ajillo
España es el único país del mundo en que los carniceros, sin otra explicación que decir “Pártamelo para hacerlo al ajillo”, saben cómo descuartizar a hachazo limpio una pieza en apenas unos segundos y, lo más importante, lo hacen de tal forma que el plato resulta delicioso, aunque ni un veterinario sabrá qué parte del ave está comiendo.
Parece una estupidez, pero yo he partido uno con todo mimo y el resultado final siempre resultó penoso.
Es una tapa barata donde las haya, hasta suele resultar mal vista por los taberneros que miran al cliente de pollo al ajillo con desprecio, pero a cambio siempre nos dejará un recuerdo entrañable, sobre todo si se acompaña de un buen vino, porque ahí está la diferencia entre un perronero plato de menú del día, y una simpática cena informal y gastronómica.
Maridaje
De cómo convertir un miserable plato de merienda de estudiantes en todo un distinguido festín. Este podría ser el título de este maridaje, porque hasta que no prueben un pollo al ajillo, bien doradín y con los ajitos crujientes como mandan cánones, y lo acompañen de un buen albariño, no se imaginarán cómo es posible hacer una combinación tan espectacular.
Todas las aves de corral, ya sean ánades o gallináceas, funcionan a la perfección con la mayoría de vinos gallegos y en particular con los albariños, pero es que en este caso tenemos el añadido del ajo, un peligroso compañero de viaje para la mayoría de los vinos. Ya veráncómo sabe un buen trago de albariño fresquito después de mojar pan en el aceitito de ajos.