Restaurante Casa Ramón
C/ Daoiz y Velarde, 1 - Oviedo. Tel. 985 201 415
El anfitrión se llama Ramón
Crónica procedente de la Guía Asturias gastronómica 2003 (la edición 2006 está a la venta en librerías)
25 | |
2 sobre 5 | |
Es zona peatonal | |
20/10 al 20/11 | |
Domingo noche y lunes |
Este restaurante fue dado de baja en la edición 2005/2006 por las reiteradas quejas recibidas de numerosos clientes.
No verán ustedes este restaurante en ninguna guía y seguramente no cumpla los requisitos ortodoxos para ello, sin embargo yo creo que visitar Oviedo sin ir a la plaza del Fontán y tomar un caldo con un pincho en Casa Ramón, es como dejarse en el plato lo más jugoso, esa mollita que los pollos tienen en la espalda y que sólo los tontos dejan.
Si Ramón fuese un poco más simpático, bien podríamos llamarle el Lucio de Oviedo, porque ambos esconden miles de horas de trabajo tras su chaquetilla y los dos tienen muy clara su hostelería: buen producto y preparaciones sencillas, caserotas, de las que no cansan, de las que por castizas y de toda la vida, sorprenden al comensal.
Sentarse una tarde de otoño en su terraza y picar unas raciones viendo pasar gente, es algo que relaja el espíritu y, para los amantes de las emociones más fuertes, compartir barra a eso de las once de la mañana con las verduleras los días de mercado, es como para no olvidar. También tiene un bonito comedor en la primera planta, pero para mí, como que ya pierde gracia, como que no, como que para eso hay otros muchos sitios con más gracia.
Ramón tiene una finca en La Espina donde cría pitus y xatus (pollos camperos y terneros de pasto), dos productos con sabores de antes que merecen la pena ser probados.
Además de por sus especialidades o tipo de establecimiento, puede buscar más restaurantes en esta u otra zona pinchando aquí. Y no se pierda los entresijos de esta profesión, nuestra prensa amarilla, pinchando en Hostelería, dramas y tragedias.
Una cosa es lo castizo y otra los malos modos, y cuando se cobran estos precios, hay que dar mejor servicio, por lo menos, más educado, empezando por el propio dueño.