Castillo de Monjardín
Bodega Castillo de Monjardín
DO: Navarra
Uvas:100 Chardonnay
Crianza: fermentación y 6 meses de barrica de Allier
P.V.P.: 6,50 €
Otros vinos de esta bodega:
Chardonnay blanco, reserva
Esencia
Tintos: Deyo, C.M. Crianza, Reserva, Gran Reserva, Tintico
Rosado Merlot
Pollo relleno asado, con un Chardonnay crianza
(publicado en el libro COMER CON VINO)
Si hace veinte años alguien hubiera dicho que en España se harían vinos parecidos a un chablis, nadie le hubiera creído, pero si encima hubiese dicho que estaría a un precio tan popular, ya la cosa se hubiera tomado a guasa.
Este chardonnay es realmente fascinante, con esos matices de frutas exóticas propios de la uva, entre mango, piña, melón y melocotón, pero sobre todo con esos de crianza que han deslumbrado a España en los últimos años, gracias a la técnica de fermentar en barrica sobre lías, dando tonos a mantequilla, avellana tostada, humo de roble…, y con una casi imposible mezcla de sabores en boca, entre frescor, viveza y alegría, y cuerpo, volumen, y glicerina.
El plato
En la actualidad existen tres tipos de pollo, los de antes de la guerra, que en Asturias llamamos “Pitu Caleya”, porque eran los que correteaban por los caminos y morían desparruchados por el coche de algún madrileño incauto que lo pagaba a precio de ternero, los de grano, que sepa usted de qué viven los pobres, y unos engendros que ya venden chamuscados en los espetos del Santo Oficio, léase cocina preparada, y de los que no merece la pena comentar so pena de caer en la escatología. Los de aldea de verdad no pueden asarse porque son más duros que un galeote, pero esos hormonados llamados de grano, bien adobaditos, están muy ricos.
MARIDAJE
Fuera complejos.
¿Porqué un pollo no puede volver a ser una comida de fiesta?
Uno del asador del súper no, claro, pero esos de dos kilos criados con maíz, relleno de carne picada con manzanas y un lingote de hígado de pato, asadito despacio con cebollas y un vaso de amontillado de Jerez ¡Hombre, por Dios!
De hecho seguro que usted tiene alguna receta de esas tontas, por ejemplo metiéndole un limón por el culo, que si lo acompaña con este vino, más de un amigo se santiguará al probarlo.
Hay maridajes en los que el vino debe acompañar la comida, y otras que debe plantearse al revés, como es este caso. Un vino de esta calidad se merece el esfuerzo de buscarle una buena novia.
Verán consejos de salmón u otros ahumados. Fiasco, los sabores ahumados se pelean y pierden los dos.
Tampoco vale un buen pescado, salvo una rueda de bonito con tomate, pero nada de peces blancos porque los eclipsa.
Lo mejor es un ave de corral, a ser posible un pato, una pularda, una pintada, un capón, una pavita, quizás alguna falsa caza (perdiz o faisán de granja), pero para probar, incluso para dejar perplejos a esos cuñados que vienen el domingo, prueben con este pollo. Deslumbrante…, y baratito.