Restaurante Casa Laureano

Me dirán ustedes que unos huevos fritos con pisto tienen poco misterio y tendrán toda la razón, pero es que precísamente de eso se trata, de comer lo que toda la vida se hizo en casa, porque esto es lo que las hermanas Fernandez y su madre llevan haciendo desde hace ... mucho tiempo (hay que preservar ciertos datos por respeto a la coquetería femenina).

Yo quería poner una foto de un guiso de carne con castañas que suelo comer cada vez que paso por esa entrañable casa, pero Menchu me dijo: “Los huevos con pisto tienen mas colorido y están de miedo ¿o no?” y claro, uno que sabe que con las mujeres mas vale no discutir, pues asintió y, como siempre sucede en estos casos, ella tuvo razón.
Es uno de los pocos establecimientos que bien podemos decir que se han mantenido como antaño, bajo forma de tienda mixta, con estanco incluido (si compran los puros en el despacho, tienen precio oficial, pero si lo piden en la mesa, se los cobran de restaurante) y esa comida casera que, con el progreso de la zona, poco a poco fue ganando terreno al resto hasta ser el eje del negocio.
Sus menestras, guisantes y ensaladas tienen el gusto de la tierra, porque salen de su huertín o del de algún vecino y, como apreciarán en la foto, los huevos son también “made in aldea”.
Vamos, como para decirle cuatro verdades al majadero que realizó aquel difamante anuncio de la fabada Litoral.


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