Restaurante Casa Emburria

Este restaurante es el mejor ejemplo de como deberían evolucionar esas entrañables casas de comidas que tanto echamos de menos en Asturias. Aquí la comida se mantiene como hace un siglo, quizás algo mas aligerada de grasas, pero conservando la tradicional forma de guisar y los productos autóctonos, tanto de huerta como de manufacturación casera.

Manel es un enamorado de los vinos, por lo que, tras recorrer esa carta con pote, carne asada, repollo relleno, lengua, callos y otras recetas tan caserotas, encontrarnos con un escaparate que muestra los mejores prioratos, los mas escasos riberas, los mas sofisticados riojas de alta expresión, en definitiva, todos los grandes de última generación, pues la cosa se va poniendo a tono.
La decoración del comedor es casera pero muy coqueta, como esa casita de la abuela con que todos soñamos tener en la aldea, aunque siempre supiesemos que ella vivía en la calle Fortuny de Madrid.
Al igual que con La Nueva Allandesa, conviene planificar esta comida como parte de una placentera excursión porque si vamos con prisa nos perderemos unas deliciosas vistas y llegaremos mareados.
Además hay que reservar mesa porque por los alrededores no hay alternativa y bajar hasta Luarca supone una hora de camino, lo que con hambre, resulta una calamidad.
La cocina de Angela es cuidada, mimada, casi tan deliciosa como ella misma, pero sin mariconadas ni floripondios, también como ella misma, porque esta es tierra alta, de gentes que cuando comen, quieren comer de verdad.

Además de por sus especialidades o tipo de establecimiento, puede buscar más restaurantes en esta u otra zona pinchando aquí. Y no se pierda los entresijos de esta profesión, nuestra prensa amarilla, pinchando en Dramas y comedias de la Hostelería.