Mi menú de navidad
Navidad del 2008
Consejos para tiempos de crisis
Parece que existe un contubernio banquero multinacional que quiere castigar a los trabajadores que desde hace algunas décadas vivían como ellos, o sea, como si fueran ricos, pidiendo jornadas laborales de menos de treinta horas a la semana, incluida la horita del café, y así están llevando a cabo maniobras que ni el mismísimo Maquiavelo hubiera soñado.
Quieren que los pobres trabajemos como hace cincuenta años y comamos mortadela con sandía en vez de melón con jamón, pero no, nada de eso, el pueblo unido jamás será vencido, aunque eso sí, habrá de dejar de pasar horas muertas mirando el Gran Hermano o Salsa rosa, y meterse en la cocina para preparar sabrosos banquetes a bajo costo.
Si se toman la molestia de mirar en Cocina de Navidad verán un montón de ideas que se ajustan a todos los bolsillos, incluso a las capacidades culinarias de cada cocinera/o, así que no me voy a extender.
Para la cena de Nochebuena, picaremos algún aperitivo, quizás unos boqueroncitos en vinagre y de plato principal nos regalaremos con unas Torres de salmón ahumado con aguacate y piñones , un plato que diseñé para el número de Navidad del 2007 en la revista PlanetAVino y que desde entonces es habitual en mi mesa, tanto por su sencillez como su brillante exquisitez.
Para el día de Navidad, como ya hay más barullo y más gente, prepararé, Dios mediante y si el carnicero cumple con su juramento, una Pularda de Navidad, otro plato diseñado también para el número de Navidad de la revista PlanetAVino, pero de este año, o sea que es primicia.
De postre frixuelos (en Galicia filloas y en Gabacholandia, crêpes) que me encantan porque apenas son dulces y yo los emborracho con un chorrito de Pedro Ximénez añejo, que les va como anillo al dedo.
¿Original? Bueno, quizás no, pero delicioso sí que es, de todas formas ya lo he dicho, miren en Cocina de Navidad y elijan lo que más les guste.
¡Ah! Y preparen bien los vinos, que en mi libro COMER CON VINO hay muchos consejos ¿Qué no lo tienen? Pues cómprenlo, coño, que de algo tengo yo también que vivir.