Pinacoteca gastronómica

Puede resultar inconcebible (al menos para quienes sentimos cierta sensibilidad por los asuntos culturales), pero esta es la séptima bienal que se celebra del Certamen de La Pintura en la Gastronomía Casa Consuelo, y aun no ha llegado ningún organismo a Otur para decirles: «Familia García Lopez, enhorabuena por los éxitos que han obtenido ustedes año tras año, y gracias a los cuales por toda España suena durante no pocos días el nombre de Asturias y del concejo de Valdés. A partir de ahora la X (lease consejería de cultura, turismo, Junta del Principado, Ayuntamiento, Cajastur, etc.) correrá con los gastos de promoción (ruedas de prensa, cartelería, folletos, medallas, etc.), y ustedes solo tendrán que hacerse cargo de la organización (que no es poco)».

Evidentemente del último gobierno nadie esperaba absolutamente nada, y menos de aquella lamentable Consejería de Cultura, pero quizás del reelecto alcalde, Jesus Landeira, hombre de la Gauche divine y por tanto muy próximo a los círculos intelectuales, sí cabría esperar cierta solidaridad, y es que el pasado sábado, fiesta de entrega de los premios a los pintores seleccionados, como ya están fuera de campaña, no acudió al acto ni el cabo de la Guardia Civil.

A pesar de tan vergonzante desidia, la comida y la ceremonia de entrega fueron un éxito, y si como prueba basta un botón, les diré que al concurso se presentaron nada menos que doscientos un pintores de toda España, algunos con firmas tan ilustres y cotizadas como las de Pachín, Antonio Granja Llobet (el cuadro de la foto), Kiker, Alejandro Mieres, Ricardo Monjardín, Carlos Sierra, o Antonio Suarez.

Alvaro estaba encantado de vernos disfrutar del opíparo menú que nos había preparado (anchoas con manchego, percebes gallegos (los astures están vedados), almejas a la marinera, salpicón de bogavante, revuelto de setas con langostinos y carne mechada con puré de patatas de Luarca), pero a mí se me caía la cara de verguenza sabiendo que aquellos cincuenta cubiertos corrían por cuenta de la casa, así como el millón de pesetas de las medallas, y los del fondo de adquisición, porque con la pinacoteca que tiene ya Casa Consuelo, les aseguro que tienen necesidad de comprar mas cuadros.

Pero como al recordar la deliciosa comida se me ha pasado el berrinche, pues vamos a los aspectos positivos de todo este asunto.

Lo primero el papeo: hoy viernes el menú es nada menos que rollo de bonito(toda una sinfonía de sabores marineros y campesinos) y cocido tipo madrileño (demoledor), pero con compango valdesano hecho en casa, lo cual no se puede describir.

Además están celebrando las Jornadas de los vinos tintos de Navarra, un maridaje que viene como anillo al dedo para sabores tan profundos como los de la cocina asturiana de occidente.

Y como estamos hablando de pintura, si se acercan ustedes antes de que empiece el jaleo de las comidas, podrán contemplar la mas importante pinacoteca gastronómica de España y quizás de Europa (en Chicago hay una aun mayor), y completamente gratis (los cuadros están repartidos entre el hotel y los comedores), a pesar de ser privada, y sin subvenciones.

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