Simposio de Hostelería 93
A mediados del próximo mes de mayo se va a celebrar D.m. en la lucense villa de Foz en segundo simposio sobre hostelería y gastronomía de la mariña.
Un año más el instituto de F.P. de Foz sigue demostrando que a pesar de contar con unos recursos económicos que rozan en lo grotesco y sin ningún tipo de apoyo externo (aún no han recibido la subvención que la diputación les prometió para financiar el celebrado el año pasado), cuando un equipo humano como el que allí funciona sigue teniendo ilusión y fe en el trabajo que realiza, hasta los proyectos mas progresistas como puede ser esta manifestación cultural destinada a los profesionales de la hostelería, puede llevarse a cabo.
El año pasado vinieron conferenciantes de la talla de Tomás Herranz (cocinero y copropietario de varios afamados restaurantes madrileños, entre ellos el magnifico Cenador del Prado), Jesús Flores (presidente de la Asociación Española de Summilleres, director de La Cava Real y jefe de la mesa de cata de la revista Sobremesa), Carmen Sampayo (técnico en gestión financiera y tributaria) y un largo etc. entre los que tengo el honor de inscribir mi nombre.
El resultado fue un éxito que los asistentes no podían imaginar que un instituto de F.P. pudiese soñar, y según decían todos: "aún menos en la mariña".
Hubo también desgraciadamente una nota discordante, una mancha negra que ensombreció un tanto las distintas jornadas, un jarro de agua fría para los organizadores y para los muchachos de la escuela de hostelería que trabajaron como fieras incluso en horas no lectivas, una verguenza para todos los que de alguna forma configuramos el panorama gastro-hostelero de la provincia de Lugo: apenas si asistieron media docena de restauradores a las conferencias.
¿Será que lo saben todo y no necesitan que los mejores técnicos en cada especialidad les pongan al corriente de cuáles son las últimas tendencias y novedades mundiales en sus respectivos campos?
¿O será que al no sentir el más mínimo respeto por el trabajo que realizan, al ejecutar sus funciones con el único objetivo de satisfacer sus cuentas corrientes, al despreciar la gastronomía en todos y cada de sus aspectos culturales y profesionales, consideran que ya saben bastante porque ya ganan de sobra y no necesitan perfeccionar sus negocios porque la calidad de su negocio y el bien estar de sus clientes les importan una rábano?
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