Desparasitación en hostelería
Después de las temidas intoxicaciones quizás sean los parásitos uno de los temores con que todo hostelero sueña a cada momento.
Un ratón que se pasea tranquilamente por el comedor, una rata que aparece en un servicio, una cucaracha en la comida, etc.
Indudablemente una limpieza exhaustiva y un buen control de basuras y embalajes reducen sensiblemente el riesgo de encontrarnos con esta desagradable sorpresa pero recordemos que es prácticamente imposible revisar el estado de limpieza de todos y cada uno de los productos que cada día llegan a nuestro local y es aquí por donde vienen los contagios.
Una buena solución es la de tener una sala de recepción de mercancías desde donde una vez desembalados los productos, se preparan para la partida a que vayan destinados y así las temidas cajas que vienen de la calle, apenas si entran en contacto con el resto del local siendo más fácil su control.
Esta medida desgraciadamente apenas si la tiene algún gran complejo ya que requiere un espacio relativamente grande y ciertas instalaciones (grifos, desagües, sumideros, extracción, etc) que suponen un costo que la mayoría de los restauradores no están dispuestos a desembolsar.
En algunas comunidades es obligatorio tener un cuarto de basuras para guardar los cubos incluso una vez limpios, esta medida que en principio yo tomé a regañadientes por el costo que suponía, al final la agradecí y la eché de menos en los restaurantes en que no la tenía en vigor.
Es importante saber que estos animales, tanto roedores como cucarachas, son extremadamente duros y que son capaces de resistir en condiciones que podrían resultar inconcebibles para otro animal, pero su adaptación a las condiciones del medio les hacen casi invencibles.
Es sabido en caso de una guerra atómica las dos únicas especies animales que podrían modificar su esquema molecular para soportar las radiaciones serían precisamente los protagonistas de este artículo.
Según estudios científicos y a través de una cuenta matemática, una sola pareja de cucarachas podría repoblar el mundo en apenas tres años.
Sobre este insecto, cuyas especies más comunes en España son la rubia y la periplaneta americana (existen más de 3000 especies en el mundo), se sabe que puede llegar a sobrevivir en ayuno completo (ni alimentos ni agua), durante más de un mes, tan solo con agua durante más de dos meses y con alimento seco y sin agua durante seis.
Esta capacidad de supervivencia es la que hace que aparezcan en los lugares más insospechados a pesar de una cuidada higiene.
Pero lo más sorprendente de estos parásitos, tanto las ratas como las cucarachas, es su capacidad de adaptación a las nuevas condiciones de vida y la modificación de sus encimas gástricas para ser capaces de adaptar su organismo a cualquier habitat.
Esta increíble capacidad de adaptación llega hasta el punto de que un potente veneno al cabo de algunos meses de efectividad y de haber acabado con gran parte de la población, deja de ser efectivo por haber pasado a ser asimilable por su sistema digestivo y convertirse en algo así como un pienso artificial.
Este es el principal motivo por el que el único modo de poder estar a salvo de tales plagas es la contratación de un servicio integral de desparasitación que mediante un programa preestablecido modifica los agentes de ataque no dando tiempo a que estos animales se adapten al nuevo veneno.
También es importante exigir un certificado de mantenimiento ya que algunas casas no demasiado competentes, o por limitación económica del contratante, se limitan a dar una pasada para cumplir y esto no garantiza ninguna seguridad.
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