Asturias gastronómica
Por aquel entonces (parezco un cuentacuentos medieval), hablar de gastronomía en Asturias exigía dar cumplidas explicaciones, tales como qué diferencia había entre un Foie-gras micuit y una lata de foiegras la Piara (no exagero, en cierta comida celebrada en el restaurante Casa Consuelo de Otur para la prensa, sirvieron por primera vez su exquisita terrina de hígado de oca al Armagnac, y casi termino en el hospital porque como nadie le dió aprecio, me comí casi todas las pusieron en la mesa).
O tener que justificar porqué ese restaurante tan famoso, a pesar de llenar en cada servicio y tener el aparcamiento lleno de camiones, desde la perspectiva cualitativa, no daba la mínima calificación de aprobado.
Hoy todas estas cuestiones suenan a tópico, a trivialidad, casi a broma o anécdota, sin embargo esta evolución no es ninguna frivolidad, y que todos hayamos soportado cincuenta meses este esfuerzo (ustedes al periódico, el periódico a mí, y yo a mis excolegas hosteleros), es todo un éxito para Asturias.
Han sido mas de doscientos reportajes temáticos, y otros tantos comentarios sobre quesos, vinos, restaurantes, recetas, libros, etcétera. En total casi dos mil artículos que, con mayor o menor fortuna, han pretendido acercar este fascinante mundo de la gastronomía al perfil en que debe situarse, es decir, como una expresión mas de nuestra cultura e imagen social.
Para ello hemos tenido que superar muchas barreras, desde los estererotipos instalados, como que el tinto debe beberse caliente como caldo y solo es bueno si es de Rioja y gran reserva, hasta que los menús de degustación eran una tomadura de pelo para guiris y yuppis y que había que llevarse un bocata en el bolso para no pasar fame.
Desde este lado del mostrador, o para ser mas exactos, del teclado, se han pasado ratos de verdadera amargura, porque la primera crítica estricta que salió de un restaurante, nos costó un serio disgusto, y hasta conseguir que este tipo de opiniones se admitiesen con deportividad, entendiendo el supuestamente agraviado el espíritu constructivo que las motivó, pues les aseguro que ha habido que tragar muchos sapos.
¿Y desde el otro lado?
Pues me imagino que aún peor, porque todos somos humanos, y el que mucho habla mucho yerra, así que con casi un millar de páginas escritas, me imagino que también habré metido no pocas veces la pata, por lo que si a alguien he agraviado, de todo corazón y con humildad, le ofrezco mis mas sinceras disculpas.
Pero como no tengo abuela, también he de darme algo de coba, y si bien el mérito de estar la gastronomía asturiana en el podio nacional es obviamente de los hosteleros y comensales que han sabido estar a la altura de las circunstancias, pues EL COMERCIO también ha puesto un granito de arena en esta gran playa, porque si en las cartas de vinos de cualquier comedor asturiano, ya sea de Tineo, La Felguera o Soto de Cangas, vemos marcas del Somontano, Priorato o Valdeorras, en buena medida esa medalla se debe poner a quién ha llamado ranchero a un mal hostelero, en vez de aceptar sumiso una invitación de pregonero.
Felicitémonos pues todos los asturianos, y vamos a por otros doscientos números mas.
Si le interesa leer más sobre este tema, pínche en el icono Buscador (ángulo superior derecho de su pantalla) y escriba la palabra objeto de estudio. También le recomendamos consultar el enlace a Escuelas de hostelería.