Poma áurea de Trabanco

Extracto del libro La Bodega en casa y sus maridajes, del que pueden ver más pinchando en +

A raíz de unas millonarias subvenciones que el Principado concedió a los lagareros para que estudiasen nuevas formas de comercializar la sidra, se hicieron algunas diabluras que no cuajaron, salvo esta, que desde el principio, y como se hizo con cabeza, pues caló entre los consumidores que adoramos el sabor de nuestra sidrina, pero que tenemos que renunciar a ella en comedores convencionales ante la imposibilidad de escanciarla.

En estos últimos años, Samuel Trabanco, y su equipo técnico ha ido puliendo y afinando la técnica y ahora es una sidra seca, con una aguja fina y elegante, con ligeras notas de levaduras y matices cítricos, pero sobre todo con un claro y nítido sabor a sidra natural, a manzanas frescas, a pomarada en flor.
Además su elegante botella permite pedirla en cualquier restaurante de postín, y más aún en casa, donde deslumbraremos a nuestros invitados

Una sidra Brut Nature
Ya hemos comentado como los avances tecnológicos han llegado al mundo de la sidra logrando mejoras sustanciales en su calidad general, pero también nuevos productos, como esta Brut Nature.
El nombre le viene dado por la normativa francesa que prohíbe, no solo el uso de la palabra champagne o similares, sino que incluso también ha llegado a monopolizar el concepto de “méthode champenoise”, de modo que, aunque este sistema se respete escrupulosamente, ningún producto que se elabore fuera de las fronteras de esa región, queda vetado (mejor harían en comprobar la calidad de algunos de sus productos).
En este caso se ha realizado el mismo proceso que los cavas de calidad, partiendo de un buen vino (sidra en este caso) y provocando una refermentación en botella para conseguir un gas  natural, así como esa ligera nota de levaduras.

Con qué disfrutar de este vino
Bugre a la plancha (ver receta)
En Asturias llamamos así a los bogavantes, aunque en la zona de Peñas es llocantaru, piezas de categoría que requieren su correspondiente parafernalia, porque los precios ya no son los de la postguerra.
Hay mucha gente que opta por acompañarlos con los albariños de moda, los más perfumados, lo cual es un error, porque el marisco, a pesar de tener fama de sabores fuertes, lo cierto es que sus aromas más preciados, los que marcan la diferencia entre uno del Cantábrico y uno mauritano, son muy sutiles, y necesitan un vino que no les haga sombra.
Esta sidra, bueno, y las otras también, son buenas compañeras del marisco, porque es una bebida alegre, fresca, ácida y seca, lo que hace una excelente compañía a casi todos los mariscos.
Dicho esto no quiero dejar en el tintero que esta sidra brut es una excelente compañera en cualquier tipo de picoteos, desde unas chistorras hasta unas sardinas a la brasa, por eso, como se conserva bien en nevera y es fácil de conseguir en cualquier punto de España, creo que no deben faltar unas botellitas en nuestra Bodega Ideal.