Soufflé de piña
Publicado en el Diario El Comercio en el suplemento de Navidad, año 1998. Reformado, ampliado y corregido en noviembre del 2015.
INGREDIENTES (4 personas)
Compra para 4 personas y un perro
- 2 piñas medianas (el perro tampoco come esto)
- 1/2 litro de helado de vainilla
- 3 huevos
- Kirsh, o ron blanco (el Havana 3 años es perfecto)
- 200 gramos de azúcar
Cuando en el siglo XVI los portugueses probaron por primera vez las piñas, ananás en lengua vernácula y que significaba "fruta excelente", comprendieron que dicha exquisitez podría ser fuente de riqueza en los sofisticados países europeos, de modo que atacaron su cultivo de forma intensiva y el resultado fue un éxito ya que se podía exportar con un gran porcentaje de éxito.
La receta
Cortamos las piñas al medio, con plumero y todo, como se ve en la foto, con un cuchillo le retiramos de la pulpa la parte central que es algo leñosa, y luego, con un sacabocados o con un cuchillo verdulero bien afilado, vamos sacando poco a poco tajadas, que reservamos en un bol.
Esa carne de piña debe macerarse en el ron durante toda una noche, o al menos unas horas antes de montar el soufflé.
A la hora de montar, removemos los trozos de piña con el helado, rellenamos las medias piñas, y reservamos en la nevera, o mejor en el congelador si tiene zona intermedia (5ºC -0).
Momentos antes de servir, precalentamos bien fuerte el horno, al máximo, levantamos las claras a punto de nieve y añadimos la mitad del azúcar.
Con ese merengue cubrimos las piñas, espolvoreamos con el resto del azúcar, y horneamos hasta que se dore un poco.
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