Molde castañas cocidas en leche de coco.

En mi tierra es una golosina otoñal, cocer las castañas en leche, y luego comerlas en un tazón junto a ella. A mí, a pesar de ser asturiano, no me gusta la leche, salvo en el café, así que me veo privado de esta suculenta merienda, hasta hoy, claro, porque se me ocurrió hacer la prueba con leche de coco y ¡Oh! Qué delicia.
Aquí, como siempre, le doy un par de vueltas más de tuerca y, en vez de comerlas a cucharadas, las vamos a triturar para hacer una deliciosa salsa con la que acompañar platos de cerdo, o el tradicional pavo de Navidad. Yo lo he montado como postre, en un molde y con nata a la naranja alrededor, que tampoco es un mal postre navideño, sobre todo siendo así de fácil y rápido de preparar.

Elaboración 
Sin duda lo más latoso de este plato es asar o cocer las castañas y pelarlas. Ahora se venden unas ya pre cocidas y peladas, una verdadera gozada.
En un cazo, se pone la leche de coco con el azúcar, media caña de canela y la piel de limón.
Se pone a calentar fuerte y se ponen las castañas. Cuando vaya a romper a hervir se baja y se deja cocer lentamente hasta que las castañas se hidraten por completo y la leche se reduzca hasta caso desaparecer ¡Ojo! Digo casi, porque debe quedar siempre un resto líquido para poder triturar.
Cuando esté lista, se sacan la canela y el limón, se deja enfriar un poco y se tritura fuerte con la batidora hasta que quede como una crema espesa.
Si queremos moldearlo, hay que poner un poco de gelatina durante la cocción, así, cuando esté lista y templada, se pone en el molde deseado y se deja enfriar hasta que solidifique.
Si por el contrario nos parece que está demasiado sólido apara nuestro objetivo, por ejemplo, como salsa para el pavo de Navidad, se añade un poco de leche de coco, sin más. Y si nos parece demasiado dulce, se corrige un chorrito de zumo de limón, que le va muy bien.
La nata se monta y luego se mezcla con el agua de azahar y la ralladura de la piel de una naranja. Hay que tener cuidado con que el agua no nos licúe la nata.
Se mete en una manga con boquilla y se pone un cordón alrededor del molde de castañas. Se adorna con un poco de ralladura de piel de naranja.