Tajine tunecino de pollo y espinacas
No se asombren al ver la foto, sobre todo si antes han leído las recetas Djej Emshmel y Cordero con alcachofas y saben que la palabra “tajine” se refiere a ese recipiente de barro a guisa de horno portátil, donde se guisan los estofados de verduras con carne o pescado que toman su nombre, pero este es tunecino y toma la palabra del persa (طاچین) que designa un plato de arroz cocido con huevo y especias.
Como ven, este es una especie de Quiche, que suele hacerse con pollo, pero también con carne de cordero o ternera, y sobre todo con pescado, generalmente bonito, porque a los tunecinos les encantan los frutos del mar, de hecho hasta preparan su cuscús con pescado de roca (pueden ver una receta en Alcuzcuz, cuscús o couscous de pescado).
Suele servirse envuelto de varias hojas de pasta brick, pero como mi chica es celiaca, pues como si no hubiese dicho nada. Por si les interesa, esta deliciosa variante se conoce más bien como Tajine malsouka, de modo que este es el más tradicional.
Como viene sucediendo desde hace un par de meses, el plato lo elaboró mi chica y la descripción de la receta la redactó también ella, por eso es más seria y pragmática que las mías, porque las mujeres se toman esto más en serio que nosotros.
La receta
Comenzamos poniendo las espinacas en una sartén (previamente descongeladas, claro), añadimos una nuez de mantequilla, rehogamos y reservamos.
En una olla pequeña salteamos el pollo en un poco de aceite, sazonamos, añadimos un poco de agua y la patata.
Una vez tenemos cocida la carne de pollo, la desmigamos y la mezclamos bien con parte del queso rallado y dos huevos.
Tomamos una fuente de horno y lo engrasamos con mantequilla, colocamos la mezcla de pollo en el molde.
En una fuente a parte, aplastamos la patata con un tenedor, añadimos las espinacas, media bolsita de levadura química, dos cucharadas soperas de pan rallado (sin gluten), el resto del queso rallado, sal, pimienta y parte del caldo de la cocción del pollo (colado).
Añadimos dos huevos a nuestra mezcla, removemos bien y añadimos a la fuente de horno en la que habíamos puesto el pollo, intentando disponer de manera igual toda la superficie.
Horneamos durante 20-30 minutos con el horno precalentado previamente a 180º.
Para desmoldar conviene dejarlo que repose un rato hasta que se pueda manipular sin riesgo a quemarnos.
Se puede servir tal cual o con una ensalada, por ejemplo deApio, manzana y zanahoria, la Andaluza de tomate majao, o incluso una de Escarola con naranja que es muy típica de ese país.
Un vino para cada plato
No sé como andarán las cosas del vino en Túnez desde que entraron los radicales islámicos porque llegan mensajes de condena y hasta amenazas a los turistas que consuman alcohol incluso en los hoteles internacionales, pero la tradición vinícola tunecina era tan antigua como la española, porque los fenicios llevaron allí toda su tecnología que luego fue perfeccionada por los romanos, del mismo modo que en nuestro país.
Digo esto porque antaño yo solía tomar un vinito rosado pálido que llamaban “Vin gris” que era ideal para este tipo de platos. En España no se hacen estos vinos casi blancos de uvas tintas, así que me fui a un albariño que siempre me funciona con platos exóticos, el Abadía de San Campio, y claro, funcionó de maravilla porque aportaba ese alegría que quizá le faltase al plato (por eso aconsejé acompañarlo de una ensalada).