Carta abierta a la prensa asturiana
Julio 2009
Apañeros* de la prensa asturiana:
Ante todo quiero agradecer vuestro obstinado silencio respecto a los numerosos premios que me han sido concedidos durante el último lustro ya que, como saben todos aquellos que me conocen personalmente, huyo de jolgorios y saraos como de la peste, por lo que me habéis evitado tener que conceder entrevistas, ruedas de prensa, actos emotivos y todas esas zarandajas que tanto me incomodan y tanto tiempo hacen perder.
Una vez pronunciado mi agradecimiento, quiero trasladaros el sentimiento de indignación de muchos de vuestros lectores que han entrado en la sección Quienes somos y han comprobado como en Asturias hay una editorial y un escritor que, en estos años, ha acaparado los más prestigiosos premios internacionales, noticias que han sido publicadas en los más prestigiosos medios de comunicación nacionales, pero no en Asturias.
Durante mi larga carrera como periodista, crítico, escritor o como os plazca denominar este oficio, siempre he escrito pensando en mis lectores, no ponderando el alabar al restaurante del amigo para que me invite a comer, a la bodega de turno con la esperanza de recibir unas botellitas de vino a cambio de hagiografías, ni pensando en agradar al director de mi periódico a ver si cae algún acenso.
Me considero políticamente incorrecto en todos los sentidos, por eso he triunfado en este oficio y he sido despedido de aquellos medios en que se exigía besar en anillo del amo, bien se considerase como tal al director, o a los anunciantes, o a los políticos que sueltan las subvenciones.
Vosotros me habéis enriquecido y fortalecido aún más. Gracias.
Sin embargo, es obvio que no sentís el menor respeto por vuestros lectores ni sabéis que existe un Código Deontológico de la Profesión Periodística (a quién le interese pude consultar pinchado en la página de la F.A.P.E. ) en cuyos Principio generales se puede ver lo siguiente:
- El primer compromiso ético del periodista es el respeto a la verdad.
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De acuerdo con este deber, el periodista defenderá siempre el principio de la libertad de investigar y de difundir con honestidad la información y la libertad del comentario y la crítica.
Así pues, me subrogo el derecho de consideraros como morralla**, pescadillo de escaso valor y valer, porque Asturias necesita defender sus valores y vosotros, por envidia, desidia, pereza, servilismo, o cualquier otra bajeza, negáis el reconocimiento de los triunfos que alegrarían la vida de los lectores asturianos.
Mi último libro, Comer con vino, ganador del Best Book on Matching Food and wine of de World, el premio más prestigios del mundo en el campo de la comunicación gastronómica (prensa, Tv, libros, audiovisuales, etc.), ha sido ha sido escrito por un asturiano (yo, claro), editado por una editorial asturiana (Ediciones Asturias gastronómica S.L.), gestionado por una sociedad asturiana (Taninos S.L.), en él se habla principalmente de los productos asturianos y de su cocina (pueden ver algunas páginas extraídas del libro pinchando en Fabada, Cabrales, Gamoneu, Empanadas, Sidras, ha sido desarrollado en un taller de análisis organoléptico sito en Asturias (Salinas), impreso en una imprenta asturiana (Gráficas Careaga), distribuido por una distribuidora asturiana (Asturlibros) y comercializado por Internet por una tienda virtual asturiana (Coalla Gourmets).
Apañeros, por vuestro reiterado comportamiento, término repitiéndoos mi más profundo desprecio hacia vosotros como lector y como asturiano, en especial a los directores mediocres que se olvidan que la profesión de la comen es el periodismo., por lo que quiero dejar constancia escrita de que, salvo a tres amigos que siempre me han demostrado serlo, no concederé nunca más entrevista alguna a vuestros medios de incomunicación, que, al parecer, durante décadas han sido de los más rentables del España, a costa de tomar el pelo a sus lectores.
No puedo por menos que hacer referencia a dos reportajes aparecidos los días 15 y 16 de agosto de este año 2009, en el periódico La Nueva España. El sábado, publicaron una extensa entrevista en exclusiva, de a página entera, con el bodeguero Marcos Eguizabal. No tendría la menor importancia, porque su contenido era tan anodimo como es habitual en este diario, si no fuera porque, a pesar del tono "en directo", ese señor (de 92 años) había muerto un par de días antes, como sonsecuencia de unas vacaciones en Cancún con cierta señorita de origen africano.
La otra fue sensacional, toda una última página de LNE: "Un infarto asesinó la adolescencia del humorista Julio Rey esta primavera". La noticia narraba como el miembro del duo "Gallego y Rey", había sufrido un infarto, sin consecuencias,algunos meses atrás, pero que ya estaba bien.
Señora directora Dª Ángeles Rivero Velasco ¿No le parece que debería usted dedicarse tan solo a rezar sus rosarios y a fregar sus platitos familiares?