Setas ¿quien prohíbe cogerlas?

Terminábamos el domingo pasado con una amenazante profecía cuando advertíamos que las prácticas que se están llevando a cabo en la provincia de Lugo con las setas podrían terminar mal.

Narrábamos como a los aficionados a la micología y a las buenas y saludables costumbres, nos estaban vetando el paso para el libre ejercicio de nuestro esparcimiento en beneficio de la explotación económica.

Denunciábamos como los traficantes han maleado a los campesinos para obtener pingües beneficios con el comercio de un producto silvestre, que por tanto no tiene amo ni dueño, dando pie a rivalidades y enfrentamientos en lugar de la pacífica armonía y compañerismo campestre.

Ya hay lugares donde grupos pertenecientes a distintas organizaciones multinacionales se disputan la territorialidad de los setales, pueblos que se pelean por monopolizar la recolección de hongos de pinares comunales y graves altercados con excursionistas inocentes que, amantes de la naturaleza y de todo lo que ella nos da, aprovechan los días festivos de otoño para dar un paseo y traerse un canastillo de níscalos para cenar con los amigos.

Pondría la mano en el fuego por asegurar que este nuevo y lucrativo negocio es absolutamente fraudulento desde el punto de vista fiscal, pero a mi eso no me incumbe, lo que a mi me interesa son las setas, la naturaleza y las buenas amistades entre campesinos y micólogos.

Pero hay pasos que son irreversibles, aldeas cuyos habitantes trabajaban de sol a sol para conseguir un salario miserable, y que de la noche a la mañana han encontrado una mina en la que, con dar un paseito por el pinar, ya han ganado el jornal de la semana.

Ahora le toca intervenir a las autoridades.

Al igual que la pesca y la caza están reguladas en nuestro país, con temporadas de veda, licencias para su práctica, cotos privados o de disfrute público reglamentado, número limitado de capturas, etc., en los paises más civilizados de Europa, la recolección de setas está regulada para preservarlas de su extinción y evitar la especulación con un producto que nos ofrece gratuitamente la naturaleza y que por tanto es de todos.

La figura del recolector tradicional que con su cestillo, el bastón y la navaja a punto, recorría feliz los suaves campos otoñales, con la sonrisa a flor de piel cuando encontraba otro compañero de afición, se ha truncado por la negra y escurridiza figura del furtivo que, temeroso de ser descubierto, inventa argucias para eludir un encuentro que podría costarle una paliza, un navajazo o al menos una desagradable discusión por haber trasgredido el mensaje del cartelito que decía PROHIBIDO COGER SETAS.

Y yo pregunto:

• ¿Quién tiene en este país la potestad para dictar y ejecutar una prohibición?
  ¿Cuando se ha dictado una ley que ampare dicha prohibición y si así ha sido, que organismo oficial tiene las disposiciones?
  ¿No tienen las autoridades la obligación de denunciar y detener a quienes se toman la justicia por su mano o es que vamos hacia una sociedad de anarquismo feudal?
  ¿Desde cuando es lícito apropiarse de un bien público para el lucro personal en detrimento de las libertades sociales de cada ciudadano?

Quizá la administración no sepa que en estos momentos se está preparando la campaña de este año y que si la pasada fue conflictiva, esta, con la crisis que quién más y quién menos está padeciendo, va a ser peor. Desde ahora ya se pueden dar por enterados y arbitrar las medidas necesarias antes de que haya que lamentar sucesos por nadie deseables.

Sin embargo yo me temo que al igual que ocurre con las carreteras en que tienen que matarse más de cincuenta personas para admitir que esa curva es peligrosa y tomar las medidas necesarias, en esta asunto tendrá que haber muchas víctimas inocentes antes de que los gobernantes comprendan la magnitud del problema.

Me temo que este otoño los micólogos que queramos salir al monte, tendremos que cambiar nuestras coquetas navajitas por amenazantes machetes , es una lástima.

  Pueden ver un montón de recetas elaboradas con setas pinchando en Cocina de setas 

 Si le interesa leer más sobre este tema, pinche en el icono Buscador (ángulo superior derecho de su pantalla) y escriba la palabra objeto de estudio.