Pago de Otazu Chardonnay con crianza
Pago de Otazu Chardonnay con crianza
Bodega Otazu
http://www.otazu.com/
D.O.P: Pago de Otazu
Uvas: 100% Chardonnay
Crianza: 7 meses en barricas nuevas de roble francés
PVP: 19,50€
You can see the English version by clicking on Pago de Otazu with Dim sum
Extracto del libro Vinos españoles con cocinas exóticas
Hemos elegido uno de los grandes de España para acompañar estos curiosos bocaditos, porque su diversidad exige la presencia de un vino poderoso que a su vez no eclipse los diferentes sabores del relleno.
Esta es una de las 14 DOP de Pago que hay registradas en España, el máximo rango de calidad que se exige desde la administración y es la propia bodega quién pone el listón tan alto que difícilmente otro Consejo Regulador podría soportar.
Es un vino exclusivo, con una producción escasa de apenas 4.000 botellas/año, vinificación manual en cajas de 15 kilos, fermentación en barrica, etc. En resumen, un vino de perfiles muy peculiares en que se ha buscado (y conseguido), el equilibrio entre la fruta y la madera, con matices herbáceos y ligeros empireumáticos, y los rasgos propios de la Chardonnay a frutas tropicales, aunque no empalagosos.
Dim sum
Esta especie de empanadilla es toda una tradición en sí misma en China, porque se encuentra, tanto por las calles, en pequeños carritos ambulantes, como en elegantes comedores, sobre todo de un tiempo a esta parte en que la cocina llamada chino-americana (la del restaurante barato de la esquina), está dando paso a la auténtica cocina de Cantón, Chiuchow, Fujian, Hainan, Hakka, Hunan, Jiang-Huai, Shanghái, Sichuan, o Yunnan.
Estos bocaditos (Dim sum significa bocado) son originarios de la cocina cantonesa, más concretamente de Hong Kong, pero su popularidad se ha extendido de tal manera, que ya podemos encontrar variaciones increíbles, como poner foie-gras micuit de pato con boletus, como probé en el Dim sum Club de Madrid, porque ya hay restaurantes especializados que solo preparan estos bocaditos, eso sí, de mil formas.
Maridaje
¿Qué pensaría un chinito de esos que empujan un carricoche para vender Din sum por las atestadas calles de Hong Kong si le pidiésemos un Pago de Otazu? Obviamente no diría nada, pero si hablamos con el sumiller de un elegante restaurante cantonés, la cosa cambiará y seguro que rezará para que quede algo en la botella y poder probar él mismo este maridaje.
Probamos diez tipos de Dim sum y cada uno era diametralmente opuesto al anterior, pero el resultado fue una comida deslumbrante, no solo por los bocaditos, sino porque el vino se mantenía elegante y respetuoso ante las adversidades, que las hubo.
Es un maridaje de altos vuelos, lo reconozco y ya he dicho que no tiene que ver con el chino de menú del día, esta es la nueva imagen de una China refinada, con comedores elegantes que piden vinos a su altura, como este, una experiencia para pocos.