Bar enoteca La Marina

Para quienes piensen que Salinas es un híbrido entre Ribadesella y Benidorm, o sea, vorágine estival y funerales el resto del año, éste es un buen botón de muestra, porque raro es que, tanto a mediodía como por la tarde/noche, este recóndito barín no esté hasta los topes y no precisamente de chavaletes, si no de la “créme de la créme” del Principado.

No hay distribuidor que no venda su alma por meter sus productos en La Marina, ni tertulia de vinos en que no se cite esta casa y es que Nacho ha sabido cautivar, no solo a quienes vivimos en este pequeño paraíso, si no incluso a muchos aficionados procedentes de las capitales de la comunidad.

Nacho es una enciclopedia enológica, pero como todo buen sabio, solo contesta cuando se le pregunta, vamos, que no da la paliza como algunos enteradillos de esos que te cascan la vida y milagros del Docetañidos y hasta del propio Félix Lezcano, cuando tu solo querías disfrutar en paz de un rosado fresquito.

Pero además está Marta, su mujer, que cocina como los ángeles, si es que los ángeles supiesen hacer callos como los de ella, cosa que dudo.
Su morcilla con pera es una delicia y ofrece un gran surtido de tostas, por lo que es frecuente ver mesas cenando en plan picoteo ..., eso sí, con una botella de Cirsion

Además de joyas, Nacho sabe buscar vinitos baratos pero interesantes, con los que hace quincenas de inexcusable asistencia.

Además de por sus especialidades o tipo de establecimiento, puede buscar más restaurantes en esta u otra zona pinchando aquí. Y no se pierda los entresijos de esta profesión, nuestra prensa amarilla, pinchando en Dramas y comedias de la Hostelería.