Manzanas asadas
Enero 2007
Una de las golosinas más deliciosas de la matanza son las manzanas asadas, o mejor dicho cocidas o fritas, en la manteca que se derrite del tocino para conservar los chorizos y de la que, al final, se extraerán los chicharrones, que son esos recortes carne que quedaron pegados a la papada y demás partes fundidas.
En la misma perola en que se ha fundido, se sumergen las manzanas, enteras, tal cual, y se dejan freír durante un cuarto de hora a la temperatura en que se está fundiendo la grasa, que no demasiado alta.
Luego se sacan con mucho cuidado para que no desbaraten y se dejan escurrir bien, para que suelten el exceso de grasa, entonces se rocían generosamente de azúcar y esta se quema con un hierro que habremos puesto al rojo en las ascuas.
Como no creo que hagan ustedes matanza, ni tengan un fuego de leña para calentar el hierro, pues les daré la receta de andar por casa.
Se descorazonan y en su interior metemos un trocito de mantequilla, una astilla de canela y una cucharada de azúcar.
Se colocan en la bandeja de horno con un fondo de vino moscatel.
El horno debe precalentarse a unos 200ºC y en unos veinte minutos estarán listas, pero es muy sencillo de ver, porque basta con que la piel tenga un aspecto tostado.
Es uno de los postres más sencillos que existen, pero hay que saber elegir frutas apropiadas ya que las llamadas Golden se disuelven y quedan en nada, mejor una buena Reineta y, si vienen por Asturias, esas pequeñas y feas que se usan para la sidra (pueden ver una relación pinchando en La Pomar ), son las más sabrosas.
Yo soy poco partidario de los vinos de postre, pero las manzanas asadas son muy agradecidas con una copita de PX bien fresquito.
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