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Pulpo en salsa americana

Pulpo a la americana
 
Pulpo a la americana
Pulpo a la americana

Septiembre 2011

INGREDIENTES (4 personas) 

1 pulpo de un par de kilos
1 cebolla grande
6 dientes de ajo
1 pimiento verde
2 cucharadas de salsa de tomate
3 ramas de apio verde
2 zanahorias 
3 patatas
2 cucharadas de mole
1 vaso de vino tinto 

 

 ¿Cual es la auténtica salsa americana? Pues pregúntenselo a Benjamín Franklin que de eso debe saber más que yo, porque francamente, salvo el repugnante ketchup, todo lo que en España y Francia llamamos “a la americana”, no tiene nada que ver entre sí, salvo el tomate, claro.

Últimamente me ha entrado el vicio de poner mariscos con esta salsita, que en realidad no es sino un sofrito un poco alargado, pero lo cierto es que hacen una combinación realmente brillante, sorprendente y tan sabrosa, que difícilmente se olvida uno de estos guisos cuando se prueban.

Parece ser que el origen de esta salsa, de la que los franceses han llegado a rebautizar como “Armoricana” (en Armorica, Bretaña francesa, no vieron un tomate hasta que se inventaron las conservas), está en la invasión del ejercito americano durante la segunda guerra mundial. Como los pobres gustan de comerlo todo con el dichoso ketchup, pues los avispados cocineros bretones crearon una salsita algo dulce para acompañar sus delicadas langostas, y de ahí la denominación.

Sin embargo, en Langosta a la americana, ofrecemos una visión mucho más romántica basada en nuestra historia de emigrantes a aquel continente, y con datos contrastables muy anteriores a la citada conflagración mundial.
Dicho todo esto y aunque en algunas recetas como la Langosta a la cubana, Langosta al americano, o Zarzuela de nécoras, esta salsa se convierta en algo majestuoso, la verdad es que no puedo decir que esta sea una de mis creaciones más afortunadas, por lo que les aconsejo que consulten en Recetas de pulpo, porque ahí si que hay cosas ricas.

La receta  

Empezamos por cocer el pulpo, para lo que se pone en la olla exprés, con un fondillo de agua, sal y media cebolla. Con veinte minutos queda blandito (siempre y cuando se haya congelado previamente durante una noche.

Mientras hacemos el clásico sofrito con las hortalizas bien picadas. Cuando coja color la cebolla, se riega con el vino tinto y se da un hervor para evaporar el alcohol. Añadimos la salsa de tomate el mole, que habremos disuelto en aceite (al no ser hidrosoluble, hay que pasar por este proceso). En caso de no disponer de mole, se puede usar un trocito de chocolate negro (al menos de un 70% de cacao).

Aprovechando el tiempo del sofrito, cocemos las patatas peladas y partidas en cachelos.
Como esta salsa no va a necesitar cocer mucho más, se puede pasar por la minipimer y así resulta más importante.
Una vez terminada la salsa, partimos el pulpo en trozos del tamaño de una nuez y lo ponemos en la salsa junto a las patatas. Se revuelve bien y se le da un ligero hervor. Debe reposar unas horas para que los sabores se compenetren, aunque se puede comer así tal cual.

Un plato para cada vino. 

  Esta salsa es muy agradecida para los vinos, aunque eso sí, blancos y a ser posible jóvenes afrutados, y por supuesto con carácter, porque si flojea su acidez, se queda como agua. Yo me decanto por los gallegos, ya sean de Rías Baixas, Ribeiro, Valdeorras o Monterrei, porque esta última región se están haciendo vinos muy interesantes. Por aquello de que la tierra del pulpo es Orense, yo me apunté a un Casal de Armán, uno de esos nuevos ribeiros en que la Treixadura está demostrando hasta donde puede dar de sí, y la combinación fue deliciosa.

Escrito por el (actualizado: 08/02/2014)