Restaurante Riscal

  Este restaurante fue dado de baja en la edición 2005/2006 por fallecimiento del propietario.

Es la única casa de comidas urbana que por el momento puedo recomendarles. Hay otras muchas en Oviedo, Avilés o el mismo Gijón, pero carecen de un interés puntual aunque en todas se come bastante bien.

Hace un lustro que Ramón hizo obras y el barrio de El Carmen tembló: “¿Qué pasará con el Riscal?”, nos preguntábamos todos los vecinos, porque esta casa era como un estandarte para todos los bon vivants que habitamos por los alrededores. Afortunadamente lo hizo con tanto seso que, una vez terminada la reforma, parecía que el local tenía más años que cuando cerró. La cocina de Goyo siguió siendo la de carbón de toda la vida y sus platos mantuvieron esa mágica pátina que sólo las décadas aportan a las recetas.

Son preparaciones caseras, pero no de las de casa de la abuela, tan manidas ya por el “chup chup”, si no de los de las casas de comidas de los sesenta, a base de fondos, de trucos de viejo fogonero, de inexplicable magia, cada día mas difícil de encontrar.

Hacen cocina de mercado, lógico, por eso conviene seguir el consejo de Ramón, un entrañable patrón de los de la antigua usanza, educado hasta la reverencia, lo que nunca estuvo reñido con el carácter popular de este tipo de hostelería