Restaurante Casa Laureano

Con estanco incluido (la tienda de ultramarinos ya no funciona) y llevado por las hermanas Fernández y su madre, ésta debe ser la única verdadera casa de comidas que queda en Asturias y de las pocas de España donde realmente podemos revivir a guisa de túnel del tiempo, lo que durante siglos fue nuestra hostelería.

María Luisa y Menchu ya tienen sus añitos y su madre, como suele suceder, más aún, por lo que, a falta de descendientes, el día menos pensado, cuando decidan jubilarse, echan el cierre y si te he visto no me acuerdo, así que aprovechen el tiempo que queda y vivan una experiencia inolvidable.

Todo está como cuando, a principios de siglo, el abuelo de las chicas llegó de Cuba y montó este negocio. Cuentan anécdotas de “La Guerra” y de cómo “allí no se pasó hambre porque en casa tenían de todo”. Lo bueno es que ahora lo siguen teniendo, me refiero a todo de casa, los huevos, los guisantes, las judías verdes y los tomates, un lujo del que muy pocos pueden presumir.

Su cocina es eso, su cocina, la de siempre, la merluza rebozada que Luisa madre fríe como nadie, o esa menestra que aperece en la foto por la que hay directores generales que se juegan el cargo.

Eso sí, ya lo saben y así lo cobran.