Restaurante Casa Emburria

Más de un siglo pasando de padres a hijos es tiempo suficiente para imprimir carácter propio a una casa, casi tanto como para dar miedo de cambiar las bombillas, pero José Manuel ha sabido actualizar su negocio sin por ello perder esa identidad secular de casa de postas.

Tineo, como Cangas de Narcea, Ibias, Pola de Allande, Degaña y otros concejos de la montaña occidental, es un pueblo por el que no se pasa nunca. Si quiere usted, querido lector, probar las bondades de esta casa, que merecen la pena, no espere ninguna disculpa porque jamás en su vida habrá nada que justifique su paso por El Crucero. Allí hay que ir, y como no está a la vuelta de la esquina, mejor llamar y reservar mesa, porque si llegan y está lleno, lo cual suele ser frecuente, probar suerte por los alrededores, les aseguro que les traerá disgustos.

Cuando pasen al comedor sentirán un salto en el tiempo, azulejos de los que había en la cocina de casa de los abuelos, un aparador como donde guardaban la vajilla de los domingos y ese olorín a guisote que, después del viaje y si no se han mareado, les hará soñar con aquellos sabores a comida natural, a sano, a bueno, que es lo que les servirán. Cocina sin complicaciones, pero todo sano, todo casero, todo bueno.