Buñuelos de gambas (sin gluten)
Huelga decir que no vamos a utilizar gambas blancas de Huelva para hacer este plato, ni siquiera langostinos frescos, salvo que su presupuesto se lo permita, claro.
En el mercado abundan unos crustáceos que genéricamente llaman gambones (Penaeus monoceros), no muy recomendables, aunque tampoco hay indicios de peligrosidad sanitaria, a pesar de laalta contaminación de las marismas donde se cultivan (pueden ver más información en Camarones, gambas, langostinos y otros decápodos).
Ingredientes
6 gambones
1 latita de algas, en su defecto, perejil o cilantro fresco.
2 huevos
200 g de harina sin gluten (100 de arroz, 50 de garbanzos y 50 de Maizena)
Levadura sin gluten.
Aceite de oliva virgen extra.
Sal y pimienta.
Elaboración
Pasamos los gambones por la plancha, o sartén, sin aceite ni sal, de esta forma no mancharemos la cocina ni apestaremos la casa entera. Se dejan reposar hasta que se puedan manipular. Se pelan y solo aprovechamos las colas, ya que, de haber alguna toxina, esta se encontrará en las cabezas. Se cortan en trocitos y se reservan.
Si disponemos de algún alga en conserva, la usaremos ya que aporta un delicioso sabor marino. Si no es así, picamos abundante perejil, incluso cilantro fresco, si nos gusta su peculiar sabor exótico.
Para la masa, mezclamos bien el mix de harinas (se puede usar de Schär sin gluten), la levadura, sal y pimienta y las yemas de huevo.
Levantamos las claras a punto de nieve e incorporamos con una espátula, procurando que no se “caíga” demasiado.
Ponemos a calentar abundante aceite en un cazo y, mientras coge buena temperatura (no hace falta que humee porque se quemarían por fuera y quedarían crudos en el interior), mezclamos la masa con los gambones y el verde. Debe homogeneizarse bien.
Hacemos unas bolitas del tamaño de nueces (crecen algo durante la fritura), y las freímos por tandas para que no se peguen entre sí. Se sacan a un papel absorbente y se sirven acompañadas de una ensalada de canónigos y/o una salsa Tzatziki (Salsa de yogur y pepino).
Maridaje
Cualquier vino blanco, incluso rosado, acompañará bien este aperitivo, aunque el más agradable es un cava brut nature.
Si optamos por un blanco, mejor afrutado, que hay legión, desde uvas gallegas, como Albariño, Treixadura o Godello, hasta los castellanos de Verdejo o algunos catalanes.