Calamares a la plancha con su tinta.
Publicado solo en gallego en el libro A Cociña da Primavera, de la colección Cociña Galega das Estacións, año 1995, como variante de la receta: Sepia a la plancha con albahaca
La receta es la misma que la anterior (Sepia a la plancha ) salvo que este caso, es decir con los calamares, es un crimen desperdiciar la tinta que tiene un sabor tan delicioso.
Por ello y aunque se vayan a hacer a la plancha, se extrae con cuidado la bolsa que contiene la tinta y se pone en un poco de agua aplastandola para que salga todo el contenido, luego se hace un sofrito de cebolla, se alarga con un poco de vino blanco y se añade la tinta disuelta, se deja cocer hasta que se reduzca a menos de la mitad, se rectifica con sal, pimienta, unas gotas de limón y una pizca de azucár y se pasa por la batidora.
La salsa debe quedar cremosa y debe dejarse enfriar, reposar cinco o seis horas y luego recalentar al momento de servir.
El calamar se prepara a la plancha como en la receta anterior, con o sin albahaca, y se sirve el plato poniendo una mancha de tinta en el fondo, al calamar encima y decorando todo un picadillo de cebollino y si se quiere dos manchas de color verde y rojo con las guarniciones descritas en la receta anterior.
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