Cerdo en Teriyaki
Como ya les he explicado en recetas como Buta no Teriyaki o Fiambre de cerdo en Teriyaki , Teriyaki es una forma de asado en que se busca que el producto cocinado quede lacado, sea, como barnizado, brillante.
También se llama Teriyaki a la salsa que se usa para lograr ese fin, y que se compone de salsa de soja, vinagre de sake, sake y azúcar moreno, aunque también se puede comprar ya preparada.
Se pueden preparar teriyakis de bonito, pollo, cerdo, ternera o anguila, que es el más exquisito de todos, pero hasta ahora, las distintas recetas que he propuesto en esta web siempre han sido relacionadas con los yakitoris, es decir con los pinchos que se hacen a la plancha o parrilla, pero hoy vamos a ver un guiso doméstico.
En Japón existe una gran diferencia entre la cocina casera y la que se ofrece en restaurantes, casas de comida, chiringuitos callejeros, digamos que la cocina profesional. En la primera no se cuida nada el aspecto estético. Es muy sabrosa, pero no hay ningún adorno ni se respetan los típicos protocolos plásticos del arte nipón. Yo hice un curso de cocina doméstica japonesa y salí totalmente decepcionado, porque aquello parecía comida de rancho carcelario: un cuenco de arroz y un guisote por encima (algo parecido a los Domburi, pero todavía más destartalado).
Les cuento todo esto porque cuando vean la foto de este plato, los amantes de cocina japonesa se dirán que vaya gitanada que les propongo, pero no, en realidad se trata de cocina japonesa doméstica..., y aún bien presentada, porque uso un plato de porcelana hecho a mano, mientras que en los hogares japos no van más allá del Duralex.
La receta
Mi idea era preparar unos yakitori de solomillo cerdo con puerro y manzana, pero se me echó el tiempo encima y, como también me apetecía mucho comer un Arroz Tres Delicias, pues me dije “A la sartén, que también estará bueno”. Y vaya que si lo estaba.
Ya tenía cortados los puerros en taquitos de un par de centímetros de largo, la manzana en dados de 2X2, y el solomillo en trocitos de parecido calibre, quizá un poco más grandes. Y así lo eché todo en la sartén, añadí un buen chorro de salsa Teriyaki y lo puse a hervir tapado para que quedase todo blandito antes de que la salsa se evaporase.
Como el cerdo debe siempre estar bien cocido (salvo el ibérico de bellota que requiere un tratamiento especial), pues no pasó nada, pero quizás hubiera debido ser más respetuoso con las formas del Teriyaki, porque al tapar la sartén, se hizo aquello una piscina. Pero bueno, lo dejé cocer a descubierto y al final, poco a poco, el guiso fue barnizándose, aunque los puerros no quedaron crujientes como a mí me gustan, sino deshechos, como en la cocina tradicional española..., y japonesa.
En las fotos pueden observar que de guarnición me puse un delicioso Arroz Tres Delicias, que aunque en España nos suene a Chino, en Asía se come por todas partes, hasta en India (ver Basmati con verduras), bueno, si la fortuna lo permite.
Un vino pada plato
No hay elección porque todos los elementos nos conducen al mismo sitio: vino blanco joven y perfumado. Es casi el único vino que funciona con las diferentes cocinas orientales, en este caso, además, como el ingrediente principal es el cerdo, pues la cuenta, y si encima lleva una salsa ligeramente dulce, pues apaga y vámonos. Yo tenía en casa Pazo de señorans, con cuatro cosechas de retraso (siempre lo busco viejo porque se vuelve inmenso), así lo probé con él, y claro que estaba delicioso, pero yo creo que hubiera resultado más espectacular con un vino menos importante, quizás con un Valdamor, o un Abadía de San Campio, vinos deliciosos y menos serios, más abiertos, con fruta más directa.