Guía Proensa 2009
Portada de la guía 2009
Como suele suceder cada año por estas fechas, desde el 2002, además de caer las últimas hojas de los árboles, el maestro Proensa ha sacado su nueva guía y cada vez mejor, claro, porque en cada edición, Andrés, además de la información de los vinos, nos aporta nuevos consejos, esta vez, sobre Como conservar los vinos en casa (anteriormente había informado sobre la Decantación, el Terruño, el Tapón, las Variedades de uva, el Factor humano, y el Lenguaje del vino.
Antes hay una crónica de todo lo trascendente acaecido durante el año 2008 en el mundo del vino, menos de mi libro COMER CON VINO ¡Qué maricón!
Por primera vez hay un blanco con 100/100 ¿Saben cual? Yo sí.
También hay novedades en los top tintos, con altas y bajas, que tampoco les voy a decir, porque para eso está la guía y estas letras son para promocionarla, aunque no se lo merezca ¡Por maricón!
790 vinos de 322 bodegas, seleccionados entre 3.500 catas, o sea que el angelito se lo ha currado y aquí no hay juegos de manos, porque un servidor lleva 30 años catando con el “Tirano”, y sé como se las gasta (y si no miren la foto ¿a que impone?).
Hay un comité de cata, pero él los analiza todos, incluso varias veces, aunque como bien dice: “La calificación de los vinos responde exclusivamente a criterios de calidad ...Ni siquiera el precio,..., ha de tener incidencia alguna”. O sea, todo lo contrario de lo que yo defiendo, pero bueno, como dice mi suegra de alguno de sus hijos: “Hay que quererle, porque es de la familia”.
408 páginas de información rigurosamente inédita y todo al precio de la primera edición del 2002, 17,50€, lo que cuesta un vino normalito, aunque antes hay que comprar la mía, que es un poco más cara, 22€, pero es una monada.
¡Ah! Se me olvidaba. En un cuadrito titulado “La Guía Proensa ante el Juez”, el autor cuenta sus vicisitudes judiciales con Miguel ángel de Gregorio (ya saben, aquello que les conté en “Miguel ángel no te cortes las orejas, que no eres Van Gogh”, algo que deberíamos hacer todos los compañeros, no solo por amistad, si no por dignidad y defensa de nuestra profesión, porque si ya está corrupta buena parte de la prensa gastronómica, si encima tenemos que soportar que un desgarramantas nos robe el tiempo con payasadas y coacciones, pues apaga y vámonos, claro que también hay quién gusta de besar culos por un plato de lentejas). Pero Andrés lo dice más suave porque él es muy comedido y no dice tacos ni palabras malsonantes, como yo, que soy un mal hablado ¡pero es que me cago en...!