Vinos nobles
No están de moda porque guardar un vino durante décadas en costosas barricas supone un costo impagable por una sociedad que casi nunca aprecia lo que tiene en la copa, y es mucho mas rentable vender la última cosecha a 2000 pesetas/botella, aunque haya que gastarse millones en su promoción, que no guardarla treinta o cuarenta años aunque se cobre a 10.000 pesetas, pero probar una de estas joyas es una experiencia inolvidable.
Por eso es muy de agradecer que una empresa española, Vinum España, haya organizado el Primer Salón Internacional de Vinos Nobles, donde los afortunados asistentes(esta sí que no me la pierdo), podremos catar y disfrutar de vinos centenarios llegados de cualquier confín de la Tierra: Oportos, Madeiras y Moscateles de Setubal, de Portugal; Sauternes Loupiac, Vouvray, Banyuls, Jurançons y otros, de Francia; Grain Noble, Valais y Malvoisie de Suiza; Marsala, Piamonte, Amarone, Recioto, Pasito y otros de Italia; Burgenland de Austria, Mosela, Rheingau, Saar-Ruwer Nahe, y otros vinos de hielo de Alemania; Tokays de seis puttonyos de Hungría; y por supuesto la interminable lista de vinos españoles, no solo de Jerez, sino de Valencia, Alicante, Málaga, Moriles, etcétera.
Pero ¿a qué llamamos vinos nobles?
Pues verán, existen dos grandes familias de vinos, una es la compuesta por los de mesa, ya saben, blancos, tintos, rosados e incluso espumosos, y la otra son los llamados licorosos, nobles, generosos, o de meditación, y que son para ser bebidos solos, o acompañando algún dulce.
Evidentemente hay puntos de encuentro porque si bien un Sauternes es un vino noble, no menos cierto es que resulta ideal para compañar un hígado de oca, y un fino de Jerez o una manzanilla, sirven de maravilla para comer mariscos, frituras, o embutidos de Jabugo.
Del mismo modo un vino de mesa gran reserva, por ejemplo un Vega Sicilia del 70, debe tomarse solo, sin comida que distorsione su alucinante gama de aromas.
Tampoco vale decir que son vinos dulces, porque un Amontillado es radicalmente seco, y un Gewürztraminer es notablemente dulce, ni que la diferencia está en que los nobles están encabezados, ya que los Sauternes y los Tokays son completamente naturales, o sea, que tienen solo el alcohol de su fermentación.
En general podemos decir que son vinos de entre 15 y 23 grados, curiosamente en la normativa europea los llaman vinos suaves, y que no sirven habitualmente para degustar como vinos de mesa sino mas bien como copa, aperitivo, o acompañamiento de dulces y postres.
Fueron hasta hace relativamente pocas décadas (hasta la segunda guerra mundial), los vinos mas apreciados, y consecuentemente cotizados, del mundo, y España tiene la colección mas extensa y variada de ellos, desde los secos, alegres y elegantes finos, hasta los densos y profundos Pedro Ximenez de pasas.
Les aseguro que el tema es como para dedicarle muchas páginas, y de hecho en la sección de vinos ya hemos publicados varios artículos, pero aquí solo quería darles una importante noticia, y es que por primera vez en el mundo, todas estas joyas se van exponer juntas. Y con degustación, claro.
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