¡Que Viva Cigales!

Un año más, el C.R.D.O. Cigales contrató los servicios de este itinerante y peligroso comité de cata, para valorar la última cosecha y, ya de vuelta a casa, me llena de satisfacción poder proclamar ¡Que viva Cigales!

Y varios son los motivos para tanta alegría.
El primero es que, año tras año, la calidad de los vinos probados ha ido en aumento. Cuando una caravana coge su buena velocidad de crucero, los rezagados tienen que apretar el paso, o contar con ir a parar a la cuneta y eso es lo que está pasando con Cigales, lo cual, a quienes apostamos hace tiempo por esta D.O. como una de las de mayor proyección de España, nos llena de satisfacción.

En los años 80 decir Rioja era sinónimo de calidad. En los bares, al pedir un vino, se decía: “¿corriente o Rioja”. Tanto éxito planeó por esa región que muchos golfos empezaron a elaborar verdaderas pócimas a sabiendas de que con llevar la contraetiqueta de C.R.D.O. Rioja, ya estaría todo vendido. La guerra de precios fue tan vertiginosa que en poco tiempo esa garantía de calidad desapareció y fue substituida por la de Ribera de Duero.

En los noventa, todo buen aficionado sabía que con pedir un Ribera, tendría algo muy bueno en su copa.
Desgraciadamente los bodegueros de la Ribera no aprendieron la lección de La Rioja y, una vez más, la codicia y las ganas de hacer dinero fácil, junto con la permisividad del C.R.D.O. y la falta de control de calidad, hicieron que esa marca de calidad desapareciese y hoy, el porcentaje de vinos mediocres en esa zona, es desolador. Tanto que La Rioja, con sus nuevos vinos de alta expresión y su corriente renovadora, se ha vuelto a relanzar dejando en la cuneta a la que llegara a ser una peligrosa competidora.

Nuevas zonas se están posicionando en los puestos de vanguardia. Hasta el propio Robert Parker se ha pronunciado ya sobre este fenómeno y, una de ellas, sin duda es Cigales. En estos momentos se puede pedir un tinto Cigales y, al igual que sucede con Priorato, con toda probabilidad tendremos un gran vino en nuestra copa. Eso sí, sabiendo que además su precio será muy, pero que muy razonable, otro argumento para gritar ¡Viva Cigales!

Otro motivo de alegría es saber que, Virgilio Gutiérrez Mucientes, su nuevo presidente, se ha posicionado ante la prensa como continuador de la labor emprendida por Félix Lezcano. Lamentamos la dimisión del amigo Félix, aunque comprendemos que sus obligaciones familiares y laborales le hayan obligado a tomar esta penosa decisión. Su mujer, sus hijos y su bodega, se lo agradecerán, pero nos llena de alegría saber que su sucesor es un admirador de su obra y que piensa seguir en la misma línea, es decir, calidad y control y a quién no le guste, pues ya sabe, que se vaya a la Ribera, que la tiene bien cerquita.

Buena prueba de esta postura de continuidad en el control de calidad, ha sido contratar de nuevo a este peligroso comité de cata, no solo por su, digamos “buen humor”, sino porque no pasamos una y dejar que las doce plumas mas peligrosas del momento metan sus narices entre bastidores, es una prueba de la confianza que tiene en sus productos.
Así pues, grito de nuevo ¡Que viva Cigales!

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