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Gusano de Cabrales

 
Diario El Comercio año 1998.

Esta va a ser sin duda la cueva mas famosa de todo el concejo de Cabrales, aunque todavía no es del todo seguro que vaya a dedicarse a la crianza y maduración de los preciados y famosos quesos. No al menos de forma exclusiva, ya que parece ser que los políticos pretenden meter en ella un tren que llegue hasta Bulnes.

Pero no solo para subir y bajar quesos, sino que he oido que también habrá plazas para turistas.

La idea no es mala, porque si bien los visitantes saldrían oliendo un poco mal, tambien huelen las caves de Roquefort, y sin embargo son el principal atractivo turístico de la comarca de Aveyron.

Reunidos hace unos días por la Real Hermandad de la Buena Mesa del Oriente en torno a unos bugres con arroz del Club Marítimo de Celorio, le propuse al señor alcalde que incluso sería una simbiosis muy folklórica, iluminar la futura cueva, y poner una estación intermedia de carga y descarga, así los turistas, en vez de subir a oscuras por un tenebroso tunel, pues disfrutarían del paseo, siguiendo el consejo de Homero en su viaje a Itaca, viendo como los nobles y esforzados pastores cabraliegos colocan sus productos en talameras a lo largo de todo el recorrido.

No sé, ya veremos, porque por estos valles no me hacen mucho caso .

Hace dos años y con motivo del XXVIº certamen, en las mesas redondas que se formaron se propusieron ideas muy interesantes para la promoción y desarrollo del queso y del turismo en Cabrales, tales como hacer un libro monográfico con recetario de cocina, información sobre su elaboración, formas de consumo, presentación y conservación, intinerarios a pie y a caballo por los pastos de alta montaña donde pasan los rebaños el verano, etcétera.

También se trabajó sobre la viabilidad de discernir entre los quesos artesanos de pastor, y los industriales, ya que ambos productos, bien reglamentados, no solo serían perfectamente compatibles, sino incluso cooperativos, al cubrir espectros diferentes en el mercado (un queso artesano debe consumirse en la región y de forma puntual, mientras que uno industrial se puede producir todo el año y exportar al resto del mundo).

Con estas y otras muchas ideas, se intentó reconducir la actuación de este consejo regulador hacia nuevas formas de imagen y marketing ya probadas con gran éxito en otras regiones productoras de queso azul como Auvergne, Gex, Gorgonzola, Stilton y Roquefort.

Pero aquel año el festival casi termina a bofetadas, este ya veremos, y así todos los quesos se siguen vendiendo bajo la misma imagen, o sea, a la española.

O mejor aún, a la asturiana, porque en otras regiones como Roncal, Mancha, o Idiazabal, ya han espabilado.

Por cierto, señor presidente, se le podría ocurrir comprar aquellos libros sobre el queso en que aparezca el suyo, entre otras cosas, por ejemplo, para decirles a los señores de Everest (ver columna adjunta), que cuando editaron esa joya (1996), ya hacía tiempo que estaba prohibido envolver los Cabrales en hojas de «pláganu».

Si le interesa leer más sobre este tema, pinche en el icono Buscador (ángulo superior derecho de su pantalla) y escriba la palabra objeto de estudio. 

 

Escrito por el (actualizado: 09/03/2014)