Gamoneu
Como ustedes bien saben, la linea editorial de este suplemento no es precisamente un ejemplo de periodismo purista, de crónicas informativas objetivas y asépticas, de noticias de actualidad narradas telegráfica y puntualmente, sino más bien todo lo contrario, porque la gastronomía es cultura, y por tanto ha de ser visceral, interior, sanguinea, y como cada artículo lleva nombre y firma, pues también es lícito que se exponga de forma subjetiva, desde la perspectiva personal del comentarista.
Sin embargo, y como el pasado domingo, a pesar de la asistencia del presidente del Principado, del macroconsejero de Economía, de una docena de alcaldes y de no sé cuantas autoridades más, el certamen del queso de Gamoneu pasó despercibido para los medios informativos asturianos, pues creo necesario corregir tal despropósito, aunque sea desde estás páginas tan poco serias.*
Amaneció un día radiante, cálido y soleado como corresponde a una jornada de júbilo, porque para los amantes de la buena mesa, la celebración de un certamen en el que se exalta un producto asturiano que por méritos propios es ya reconocido como uno de los mejores de España, es una autentica satisfacción.
Obviamente es mucho más importante narrar minuciosamente la enésima derrota del Sporting, ya se sabe que las buenas noticias no tienen gancho, pero sin querer rivalizar en portada, ni pedir la media docena docena de páginas necesarias para la primera noticia, yo creo que el hecho de que un queso asturiano se venda a 3.500 pesetas kilo, y que vuele en un periquete de los tenderetes de un lejano pueblín como es Benia de Onis, también tiene su mérito.
Junto al Roncal y a la Torta del Casar, el Gamoneu debe ser el queso más cotizado de España, y no lo es por esnobismo ni por moda sino porque en cualquier cata en que participa, deja boquiabiertos a los expertos.
Tener un queso de proyección internacional, sin denominación de origen, ni otras ayudas instuticionales que las cuatro perras que el alcalde de Onis puede arañar de su presupuesto para celebrar el certamen, tampoco es noticia, pero para los que somos de por aquellos montes, les aseguro que es un orgullo.
Por algún sitio aparecieron unas declaraciones del Presidente afirmando que lo llevaban crudo si aspiraban a una D.O. (lo diría en conclave secreto porque desde luego en los actos no hizo uso público de la palabra, y un servidor, que como ya les dije fue el pregonero, se lo juro, no oyó tal afirmación), será porque son algo rojillos y no se merecen reconomiento gubernamental alguno, pero mientras sigan haciendo esos quesos, les aseguro que tampoco les hace maldita falta.
Pero no deben descuidarse, porque la picaresca salta como un piojo, y fuera de aquellos valles, no son pocos los quesos foráneos que se venden como Gamoneu.
La gran diferencia con otros quesos azules es que este se prensa, sala y ahuma en talameras, proporcionándole así una severa curación, previa al paso por la cueva.
De esta forma la masa es friable en vez de mantecosa, digamos que se descascarilla en vez de manchar el cuchillo, y la corteza es dura, con una fina subcapa mantecosa.
Por otro lado el penicilum (lo verde) es escaso y se reparte de forma caprichosa, no regular, siendo además de finas vetas o picados aislados.
En boca es notáblemente salado, los sabores lácteos predominansobre los de la sobrefermentación de la cueva, así en retronasal (también en olfacción directa), los aromas no son tan pútridos (dicho sea sin animo de ofender a nadie) como en el resto de quesos de la misma gama.
*Frases censuradas en el texto publicado.
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