Hosteleros irresponsables
A veces yo mismo creo que me pongo algo pesado al volver una y otra vez sobre las deficiencias de nuestra hostelería y los negros augurios que preveo para este año santo, pero es que cada vez que hablo con personas que realmente están puestas en este mundo, es más palpable que el batacazo que nos podemos llevar puede ser de consecuencias ireversibles.
Dice un antigüo refrán judío: "Cuando las barbas de tu vecino veas afeitar, pon las tuyas a remojar", y eso es lo que deberían hacer los hosteleros gallegos después de la cruel experiencia de sus colegas madrileños, catalanes y sevillanos en el 92.
Llegó el Xacobeo y a nadie se le ocurre que hay que tomar medidas en el asunto para evitar otra debacle en la hostelería española.
Parece como si los lastimosos quejidos que nos llegan de aquellas regiones que quisieron encontrar Eldorado en el 92 y que ahora se arrastran agonizantes, no formasen parte de nuestro futuro y aquí la juerga sigue, los precios suben y la calidad baja, se abren nuevos locales con inversiones formidables, pero apenas nadie se preocupa por invertir en tecnología.
Escribía Mayte Diaz en Club de Gourmets: “La mayoría, con la osadía que da la ignorancia, cometieron la torpeza de pensar en todo ecepto en el cliente, que es quién tiene la última palabra ...atendidos y aconsejados por amiguetes o familiares sin experiencia con una cocina desastrosa y precios disparatados, se lamentan ahora de la falta de clientela.”
El hotel des Arts de Barcelona, 453 habitaciones de cinco estrellas Gran Lujo, uno de los fastuosos emblemas de la olimpiada, desde esta terminó está cerrado y debiendo más de 300 millones a proveedores.
Hablando con mi buen amigo Andrés Proensa, director de la guia de restaurantes BMW, me comentó que el otro día en un restaurante de cierta ciudad le soplaron quince mil pesetas del ala por una comida corrientita para dos personas y que cuando le dijo al dueño que estaba loco por cobrar precios superiores a los de Arzak o Zalacaín, este le respondió: "mientras los paguen..."
En estos momentos en Sevilla, Barcelona y Madrid hay cientos de restaurantes en traspaso o venta y a precios de risa. En estas ciudades hay trabajadores de hostelería en paro a raudales.
Cada día son más los proveedores que exigen el pago por adelantado a los restaurantes ante el desproporcionado aumento de morosos. Los grandes, los más inteligentes, los mejores profesionales, han hecho un ajuste radical en sus negocios y están superando la crisis sin grandes problemas.
La onda expansiva de lo que ocurre en las grandes ciudades tarda tiempo en llegar a las provincias, en Lugo ya está dicho, el no lo quiera escuchar que apenque con su irresponsabilidad.
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