Mar de Frades 2012
Bodega Mar de Frades
www.mardefrades.com
D.O.: Rías Baixas
Uvas: 100% Albariño
Crianza: No
PVP: 12 €
Extracto del libro Un vino para cada pincho, maridajes de la Cocina Canalla.
No cabe duda de que la cosecha 2011 ha sido la que ha dado el vino más espectacular de la historia de Mar de Frades, pero yo no pondría la mano en el fuego porque la siguiente no sea mejor, porque la tónica de esta firma, desde que inauguraron su nueva bodega en la finca Valiñas, ha ido en progresión ascendente (yo lo achaco a la consolidación del viñedo), así que, si no ha probado usted este vino desde hace más de un lustro, vuelva a catarlo y verá que sorpresa.
Ahora es mucho más glicérico, con aromas más densos a pera y manzana verde, con esos toques de eucalipto y un ligero gusto marino que han caracterizado siempre este vino, sencillamente porque la finca está rodeada de un eucaliptal al borde de la ría de Arousa.
Es un albariño muy varietal, sin florituras extrañas, que va haciéndose cada vez más denso y rico en matices, sobre todo florales, pero que guarda esa gracia que le da el salitre, lo que le hace diferente a la hora de maridar, porque es más fresco que los de O Rosal, con lo que acompaña a los grandes crustáceos de las Rías Baixas.
Boquerones en vinagre
Mi padre, que era un gran gourmet, decía que los boquerones en vinagre y la cerveza, eran los dos logros más brillantes de la Humanidad.
Yo añadiría algunos más, como las patatas chips, pero desde luego no desdigo a mi progenitor, sobre todo después de haberme zampado una buena fuente de boquerones del Cantábrico, como acabo de hacer.
El gran problema está en los prefabricados, un invento del averno que ha conquistado la mayoría de los bares españoles sobre la base de vender al hostelero horas de descanso, porque tanto los boquerones como la tortilla de patatas, caros no son, pero tienes que dedicarle unas cuantas horas al día y ese es el marketing de estas fábricas.
Lo que no sé es por qué elaboran unos productos tan malos, porque ya hay algunas firmas que hacen buenos boquerones en vinagre, aunque los venden como si fuesen caviar.
Maridaje
En mis anteriores libros rehuí esta patata caliente porque, como siempre me regalo con este aperitivo acompañado de una cerveza bien fría, pues nunca le metí mano a su posible maridaje.
También los he probado con algún cava joven y están ricos, pero endurecen el vino y desde luego ninguno gana nada. En esta ocasión, como hubiera sido un atropello olvidarme de los plateados pececillos, pues me puse a ello y fracasé en varios intentos, hasta que probé con este albariño tan peculiar, que resistió bien el vinagre y el ajo crudo, dos obstáculos duros de pelar.
No hay mucha descripción del maridaje, sencillamente se soportan y el resultado es bueno, lo cual no es baladí teniendo en cuenta la retahíla de fracasos precedentes, lo que sí conviene es seleccionar el resto de pinchos en función del vino, porque no es barato y hay que mimarlo. Yo me tiraría por la línea de los salpicones y otros mariscos menores, bien aliñados o cocidos.