Restaurante El Llagar de Titi
Ctra. General, 40 - Granda. Siero. Tel. 985 985 985
 | 25 |
 | 1 sobre 5 |
 | Propio |
 | No cierran |
 | No cierran |
En pleno corazón del polígono de Granda, entre macro tiendas de muebles, exposiciones de coches, talleres variopintos y naves de indescifrables logotipos, se encuentra esta parrilla de coqueta fachada, y que podemos situar entre las más típicas de su clase.
Salvando el tajante límite de calidad que nos hemos impuesto, ésta, podemos considerar que es la más típica parrilla asturiana de nuestra selección.
El personal que acude a este tipo de locales, no es precisamente de los que leen guías gastronómicas ni de los que procuran que su corbata de Hermés armonice con camisa y traje. No, tajantemente no.
Tampoco se van a molestar si se ríen ustedes muy alto o si se quitan la chaqueta por las calorías ingeridas. De verdad que no.
Pero el comedor está bastante bien decorado, incluso acogedor, salvo por esas luces continuas, inherentes a estos locales.
Su cocina es la parrilla, pero también hacen pinitos, como unos tortos de maíz con jamón y foie, que sirven de original entrada, siempre y cuando uno venga de segar a guadaña todo el estadio del Molinón.
Su chorizo criollo y su chimichurri son correctos, pero el pollo asado al limón es de los mejores que he probado, porque consiguen dejar la piel crujiente como el hojaldre y el interior jugoso, lo cual no es nada fácil, por eso suelo dejarme caer por esta casa cuando tengo antojo, poco tiempo y el presupuesto ajustado, porque con esto y una botella de sidra, sales como un Pepe y apenas pagas 20 €.
Es de destacar su preocupación por atender bien a los minusválidos, rampas, servicios especiales, cartas para celiacos y en Brailie, etc.
Además de por sus especialidades o tipo de establecimiento, puede buscar más restaurantes en esta u otra zona pinchando aquí. Y no se pierda los entresijos de esta profesión, nuestra prensa amarilla, pinchando en Dramas y comedias de la Hostelería.
Salvando el tajante límite de calidad que nos hemos impuesto, ésta, podemos considerar que es la más típica parrilla asturiana de nuestra selección.
El personal que acude a este tipo de locales, no es precisamente de los que leen guías gastronómicas ni de los que procuran que su corbata de Hermés armonice con camisa y traje. No, tajantemente no.
Tampoco se van a molestar si se ríen ustedes muy alto o si se quitan la chaqueta por las calorías ingeridas. De verdad que no.
Pero el comedor está bastante bien decorado, incluso acogedor, salvo por esas luces continuas, inherentes a estos locales.
Su cocina es la parrilla, pero también hacen pinitos, como unos tortos de maíz con jamón y foie, que sirven de original entrada, siempre y cuando uno venga de segar a guadaña todo el estadio del Molinón.
Su chorizo criollo y su chimichurri son correctos, pero el pollo asado al limón es de los mejores que he probado, porque consiguen dejar la piel crujiente como el hojaldre y el interior jugoso, lo cual no es nada fácil, por eso suelo dejarme caer por esta casa cuando tengo antojo, poco tiempo y el presupuesto ajustado, porque con esto y una botella de sidra, sales como un Pepe y apenas pagas 20 €.
Es de destacar su preocupación por atender bien a los minusválidos, rampas, servicios especiales, cartas para celiacos y en Brailie, etc.
Además de por sus especialidades o tipo de establecimiento, puede buscar más restaurantes en esta u otra zona pinchando aquí. Y no se pierda los entresijos de esta profesión, nuestra prensa amarilla, pinchando en Dramas y comedias de la Hostelería.