Tortilla de patatas con mahonesa de anchoas
En mis buenos tiempos (aunque no se lo crean, uno también ha sido joven), cuando era “Niño de Serrano”, el equivalente a lo que hoy se suele decir “Mega pijo”, una de mis debilidades era apretarme a media mañana un pincho de tortilla con mahonesa en Mozo, un bar bastante cutre que había en Serrano 46, entre Ayala y Hermosilla.
Reconozco que es una ordinariez, una brutalidad, un sin sentido, una patada a la gastronomía y a los principios más elementales de la nutrición similar a un Big Mac, pero ¡Ay ..., qué debilidad!
En este caso lo vamos a disimular, a preparar un poco más fino, aunque sea el mismo perro y la misma cantidad de calorías vacías.
En la receta de Mahonesa de anchoas ya ven ustedes un apetecible canapé (no si imaginan lo rico que está), bien, pues decirlo de forma breve, esta receta consiste en quitar el canapé y poner en su lugar la tortilla :-)
Pormenorizando, cortamos la tortilla en cuñas de 36º (me encanta ese ángulo porque es una unidad geométrica masónica que se reproduce continuamente en la estrella flamígera), aunque podemos hacerlo incluso de 23º, que resulta muy fino y más fácil de partir para un no Iniciado (media tortilla sería un ángulo de 180º, un cuarto son 90º, el octavo da 45º y la mitad del cuarto son casi 23º).
Pormenorizando, cortamos la tortilla en cuñas de 36º (me encanta ese ángulo porque es una unidad geométrica masónica que se reproduce continuamente en la estrella flamígera), aunque podemos hacerlo incluso de 23º, que resulta muy fino y más fácil de partir para un no Iniciado (media tortilla sería un ángulo de 180º, un cuarto son 90º, el octavo da 45º y la mitad del cuarto son casi 23º).
Si la tortilla era un poco gordita, debemos partirla al centro y rellenarla con sendas lonchas de jamón de York y queso Havarti.
Cubrimos con la mahonesa de anchoas y adornamos con una lonchita de pepinillo, unas virutas de huevo duro, una anchoa, o cualquier otra fruslería.
Ya que vamos de aprovechamiento de sobras, o sea de economía domestica, pues lo mejor sería acompañar esta pequeñez con un buen cava, por ejemplo el Agustí Torelló, que sigue estando fetén.