Bonito para el colesterol

Tal milagro sucedió con el aceite de oliva que como todos ustedes saben era el causante de todos los males gástricos de los países subdesarrollados hasta que las empresas francesas compraron todos los olivares, almazaras y empresas oleícolas españolas, y a partir de entonces, que curioso, se descubrió que no solo no era perjudicial, sino que era curativo de mil enfermedades vinculadas con la nutrición.
A ver si les da por comprar fábricas de gaitas y descubren que bailar muñeiras cura el cáncer.

Lo cierto es que con esta revolución que se está produciendo en la medicina moderna, cada día nos descubren que los potingues que hasta ahora nos recetaban, además de ser un suplicio el tener que tragarlos y un palo para el bolsillo el tener que ir a la farmacia, eran contraproducentes y que un plato de sardinas al espeto con una ensaladita de tomate aliñada con aceite de oliva, es mucho más provechosa y por supuesto más rica que todos los fármacos artificiales; pues que bien.

Al parecer la causa de todo esta juerga es el descubrimiento de que las lipoproteínas de alta densidad (HDL) no solo no eran perjudiciales en los niveles de colesterol si no que por el contrario contrarrestaban los efectos negativos de las de baja densidad (LDL) por lo que su influencia en todas las enfermedades cardiovasculares (afecciones coronarias, arteriosclerosis, etc.) era positiva y por tanto la mejor medicina natural.

De un plumazo alimentos considerados como prohibidos en pacientes afectados por exceso de colesterol, pasaron a ser recomendados para aumentar el porcentaje HDL y enfermos que habían sufrido torturas al tener que comerse una merlucita hervida mientras el compadre se deleitaba con una sabrosa rodaja de bonito con tomate, escuchaban atónitos al medico recién llegado de USA decirle que se pusiese ciego de sardinas, bocartes, xoubas, atún, etc.

También he oído últimamente que el jamón, si es de cerdo ibérico y criado con bellota, es decir de esos de cinco jotas y de a diez mil el kilo, también resulta muy bueno no sé para qué, quizás sea que cómo la peste porcina está en vías de desaparición y por tanto el jamón de Jabugo se va a poder vender en Europa, pues algún francés está en tratos para comprar alguna chacinera en Huelva.

Lo que es cierto es que si las autoridades sanitarias nos dicen que el pescado azul es bueno, seguro que tienen razón y yo que me abstengo de pronunciarme en los aspectos bromatológicos y aún menos en los endocrinos de tales bichitos, lo que si les aseguro es que si además de la exquisitez de tales especies y el interminable recetario que se puede desarrollar con ellos, encima son saludables, pues miel sobre hojuelas.