Huguet

En mi casa es el cava preferido, así que quizá no sea muy ecuánime en su valoración, pero cuando huelan esa mezcla de levaduras frescas, como a masa de pan sin hornear, unida a esos perfumes cítricos mezclados con flores blancas y hierba verde, empezarán a comprender mi debilidad.

Hay veces que me quedo como extasiado oliéndolo, mientras mi chica me ofrece su copa para brindar.

En boca, que es donde debe estar, se muestra con un cuerpazo fino y elegante, seco, distinguido, y con una complejidad de sabores que no hay quién se resista a paladearlo largo rato porque van saliendo matices uno tras otro.

Es curioso cómo los españoles despreciamos este delicioso bivalvo hasta el punto de que no es frecuente encontrarlo en cartas de restaurantes ni siquiera de pinchos, sin embargo a todos nos gustan y cuando un bar se especializa en hacerlos, aunque solo sea al vapor, tiene cola (los belgas son unos auténticos apasionados y hacen preparaciones exquisitas) .

Esta especie de salpicón es muy habitual en nuestros bares, tanto en los andaluces como en los del Cantábrico, incluso hay sitios donde lo ponen como tapa con un vino, aunque por lo general suelen cargarlo de vinagre hasta hacerlo incompatible con cualquier bebida. Yo les aconsejo hacer un picadillo ligero de cebolla, pimiento y tomate, y aliñarlo solo con aceite y un poco de limón, verán qué agradable. 

Mala novia le ha salido a este delicioso cava, pero precisamente es en las situaciones difíciles donde los grandes saben capear el temporal.

Con una vinagreta no hay vino que mantenga el tipo, aunque lleve una base de mejillones, pero como esta tapa no suele ir sola, pues la he encajado en un picoteo de perfil andaluz, con huevas aliñadas, aceitunas, bonito en escabeche, pipirrana, jamoncito, etc., y, manque les pese a los andaluces, con esta mesa lo que mejor funciona es un buen cava. Este vino refresca y limpia la boca, porque aunque las tapas sean frías de temperatura, de sabor son bastante ardientes, y las burbujas, unidas a esos sabores cítricos y herbáceos que hemos descrito, nos renuevan la boca para cambiar de sabor una y otra vez, que es la gracia de este tipo de picoteo.

Tengan siempre a mano una botella de este cava porque es uno de los vinos más versátiles, ideal para una cena informal. No digo más, el resto imagínenselo.