Restaurante sidrería Casa Alvarín

En la actualidad, la zona en que se puede beber sidra, apenas ocupa una quinta parte del local, pero, en la reforma integral que Ismael llevó a cabo, tuvieron el acierto de respetar esa terracina cubierta, que es algo tan propio de Avilés, como las propias callejas de La Ferrería o Galiana.

Resulta mas que discutible que esta sea la ubicación correcta para este restaurante porque realmente debería estar en Los Informales, sin embargo, por ejemplo, a diferencia del Tataguyo en que su cocina y el comedor superior, son los mayores atractivos, en este caso, lo mas simpático, el verdadero gancho, es una terraza cubierta que da entrada al establecimiento y, donde por las tardes y a la hora del vermut, hay bofetadas para conseguir un taburete.
La barra es otro espectáculo, porque a todas horas hay parroquianos que discuten hasta dar su sangre opinando del último fichaje del Sporting , sobre cual es el pote mas sabroso, o si las nuevas baldosas de la Plaza del Mercado resbalan mas o menos que las anteriores.
Solo con ver la calle por la que se accede al establecimiento (junto al Ayuntamiento), ya nos podemos hacer idea del ambientillo cachondo que se respira en su interior .
Por lo demás, su cocina es sencilla, clásica, de aquellas que se hacían en los sesenta con muchos ingredientes y que no falten el pimiento morrón y el espárrago, lo que en una sidrería es común, pero en un restaurante, a estas alturas, resulta abominable.
Vamos, como que nos ratificamos en que la sección es la mas correcta.

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