Restaurante La Venta del Jamón

Su gloria empezó con unas magníficas carnes a la brasa y un perfil netamente de asador, pero las cosas han cambiado tanto que debe estar entre Los Grandes Clásicos porque este comedor es ya uno de los mas elegantes del Principado, con una cocina cuidada, sofisticada y asturiana.

En la anterior edición decíamos que, estando en medio del campo y en una casona tipo caserío guipuzcoano o chalet alpino, sobraban el smoking del maître.
Ahora nos rendimos ante la evidencia, La Venta del Jamón ya es irremisiblemente un comedor de lujo que debe respetar la tradición.
Pero no se asusten, este concepto en Asturias no implica chaqueta, corbata y estacazo, no, en Asturias uno puede perfectamente ir de vaqueros a estos elegantes comedores y la dolorosa seguro que será mas moderada que en cualquier chigre. La diferencia está en que los manteles son de hilo, que te traen una toalla caliente para lavarte las manos después de comer unas cigalas y que la camarera o el maître nos reciben con una amable sonrisa en vez de darnos la espalda como primer contacto.
Su cocina es juvenil, o sea divertida, desenfadada, saludable, pero sin gilipolleces bullinianas (hacía una deliciosa tortilla espumosa de patatas, pero para castigarme, la quitó. De todas formas si la piden, la hace. Y también el tartar, que era el mejor de España).
Tiene una zona para dar espichas (fiestas), un coqueto lagar en que caben a gusto un centenar de personas, lo digo porque tanto este, como el comedor de banquetes, están muy bien ambientados y el éxito de la cocina está asegurado.


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