Restaurante Casa Víctor
C/ Carmen, 11- Gijón. Tel. 985 348 310
El anfitrión se llama Víctor, Vitorón.
Publicado en la guía Asturias gastronómica 2005/2006
50 | |
4 sobre 5 | |
a 100 m | |
24 dic al 24 enero | |
Domingo |
Victor es el auténtico precursor de la Nueva Cocina Asturiana, aunque por su forma de ser, anarquista de derechas, no se le haya reconocido nunca debidamente, pero basta con acercarse a cualquiera de sus preparaciones, para imaginarse lo que debieron alucinar sus comensales hace treinta años al probar esos oricios gratinados o esa lubina con boletus, cuando en Asturias la merluza a la sidra era casi una extravagancia.
“Este plato lo ha diseñado Gurdiel de arriba a abajo, por eso lo he elegido para la foto”, nos dijo Victor orgulloso de que su jefe de cocina vuele ya por cuenta propia y lo cierto es que dió en el clavo porque estaba colosal, con esos sabores intensos a mar asturiana, a cocina profunda, a haber probado muchas formulas antes de poner el plato en carta, en definitiva, a Escuela de Vitorón, porque en verdad que ya va siendo hora de que se reconozca lo que este cachondo ha hecho por la cocina asturiana.
La iluminación de su comedor sigue siendo igual de triste, y él se empeña en reformar, pintar, hacer de todo, menos cambiar las luces, que es donde radica el conflicto de su decoración, pero mientras podamos degustar esas delicias, aunque apenas distingamos lo que hay en el plato (por lo visto Arturo Fernandez le dijo que a las señoras no les gusta que haya luz para disimular el maquillaje y, como Arturo sabe tanto de mujeres, pues él se lo ha tomado al pié de la letra).
Además de por sus especialidades o tipo de establecimiento, puede buscar más restaurantes en esta u otra zona pinchando aquí. Y no se pierda los entresijos de esta profesión, nuestra prensa amarilla, pinchando en Dramas y comedias de la Hostelería.
“Este plato lo ha diseñado Gurdiel de arriba a abajo, por eso lo he elegido para la foto”, nos dijo Victor orgulloso de que su jefe de cocina vuele ya por cuenta propia y lo cierto es que dió en el clavo porque estaba colosal, con esos sabores intensos a mar asturiana, a cocina profunda, a haber probado muchas formulas antes de poner el plato en carta, en definitiva, a Escuela de Vitorón, porque en verdad que ya va siendo hora de que se reconozca lo que este cachondo ha hecho por la cocina asturiana.
La iluminación de su comedor sigue siendo igual de triste, y él se empeña en reformar, pintar, hacer de todo, menos cambiar las luces, que es donde radica el conflicto de su decoración, pero mientras podamos degustar esas delicias, aunque apenas distingamos lo que hay en el plato (por lo visto Arturo Fernandez le dijo que a las señoras no les gusta que haya luz para disimular el maquillaje y, como Arturo sabe tanto de mujeres, pues él se lo ha tomado al pié de la letra).
Además de por sus especialidades o tipo de establecimiento, puede buscar más restaurantes en esta u otra zona pinchando aquí. Y no se pierda los entresijos de esta profesión, nuestra prensa amarilla, pinchando en Dramas y comedias de la Hostelería.